23/03/2025 - 08:00
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La contaminación atmosférica está vinculada directamente con 62.000 hospitalizaciones de urgencia anuales en España, lo que conlleva un coste aproximado de 850 millones de euros. Las comunidades autónomas con mayor número de ingresos debido a esta causa son la Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña.
Un análisis realizado por el Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con investigadores de las universidades de Girona y Alcalá de Henares, ha examinado el impacto a corto plazo de las hospitalizaciones urgentes relacionadas con la contaminación atmosférica y las variaciones de temperatura durante las olas de calor y frío.
El estudio ha sido dirigido por la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del Instituto de Salud Carlos III, bajo la codirección de los científicos Julio Díaz y Cristina Linares. Los resultados se han publicado en la revista Science of the Total Environment (STOTEN).
Los investigadores han llevado a cabo el trabajo a nivel provincial, agrupando los resultados por comunidades autónomas, y han determinado que la Comunidad Valenciana, Madrid y Cataluña son las regiones con mayor número de ingresos hospitalarios urgentes vinculados a la contaminación atmosférica.
Más hospitalizaciones debido a la contaminación atmosférica
En la Comunidad Valenciana, el ozono troposférico (O3) es el principal responsable de un mayor número de ingresos hospitalarios a corto plazo, con un total de 7.500 casos anuales. Por su parte, en Madrid y Cataluña, el dióxido de nitrógeno (NO2) es el causante de 8.200 y 6.300 hospitalizaciones al año, respectivamente.
Las conclusiones indican que los ingresos hospitalarios urgentes por temperaturas extremas son aproximadamente once veces menos frecuentes que aquellos asociados a la contaminación, según un comunicado emitido hoy por el Instituto de Salud Carlos III.
De los 5.300 ingresos hospitalarios anuales relacionados con las temperaturas extremas, aproximadamente 1.200 corresponderían a olas de calor y 4.100 a olas de frío, lo cual está probablemente vinculado a la escasa cantidad de días en los que se registran estos eventos térmicos.
Para realizar este estudio, se llevó a cabo un análisis basado en funciones de dosis-respuesta para cada provincia española, que estima el incremento de los ingresos hospitalarios por cada grado centígrado de variación en las olas de calor y frío, considerando también el impacto de la contaminación atmosférica en los ingresos.
La importancia de los planes de prevención
Los resultados de esta investigación complementan los obtenidos en estudios similares recientes, realizados igualmente desde la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del ISCIII.
El año pasado, un artículo también publicado en la misma revista reveló cómo las partículas finas provenientes de la quema de biomasa y la entrada de polvo sahariano afectan los ingresos hospitalarios urgentes debido a trastornos mentales, como ansiedad y depresión en España.
En 2023, otro estudio demostró el impacto de las olas de calor en la morbilidad, mortalidad y salud de los residentes en Madrid, según su origen.
En ambos casos, se evidenció que en algunas situaciones, los efectos atribuibles a la contaminación atmosférica superan, en algunos casos, los efectos de la propia temperatura durante las olas de calor.
Ingresos a corto plazo debido a picos de contaminación
Los investigadores han destacado que la contaminación puede influir más en los ingresos hospitalarios durante las olas de frío o calor que la temperatura misma, y que este estudio proporciona nuevos datos sobre el impacto inmediato de los picos de contaminación en la salud (ingresos a corto plazo).
Estos resultados, según los investigadores, refuerzan la recomendación de que los planes de prevención frente a las olas de calor y frío incluyan los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud.
Al detectar que los impactos en la salud ocurren a corto plazo, se pueden implementar medidas inmediatas para mitigar las consecuencias de los episodios de contaminación, reduciendo así los efectos sobre la salud, especialmente entre los grupos más vulnerables.
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