Las manifestaciones en Madrid para pedir la subida de los salarios mueven olas de indignación

La recesión económica impulsada por la pandemia y agravada por los conflictos bélicos entre Ucrania y Rusia, ha puesto en jaque las economías domésticas y complicado la situación de miles de familias en España. La inflación no ha dado tregua como consecuencia de un inagotable incremento de los precios de los hidrocarburos y algunos productos básicos. Europa se enfrenta a uno de sus inviernos más complicados y las manifestaciones no se han hecho esperar.

Desde dos de los grupos principales españoles, se han convocado manifestaciones que empezaron a las 10:00 horas de la mañana en la capital. UGT y CCOO, han organizado las marchas para denunciar el "bloqueo" de la patronal a la negociación colectiva y exigir un incremento de los salarios en los convenios colectivos para hacer frente a la importante pérdida del poder adquisitivo, que ya empiezan a notar los trabajadores, por el incremento de la inflación.

Manifestaciones por la mejora de los salarios

Una marea de manifestantes, procedentes de regiones de todo el país, partía desde 3 de las arterias principales de Madrid: Atocha, Plaza España y Puerta de Toledo, han inundado las calles con la única intención de presionar a la administración para avanzar en las negociaciones de la subida de los sueldos. Estas manifestaciones han sido abanderadas por los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo respectivamente.

Estas manifestaciones se engloban dentro del calendario de movilizaciones que ambas organizaciones tenían previstas bajo el lema 'Salarios o conflicto'. Estas se iniciaron el pasado 7 de octubre a través de diferentes concentraciones en las distintas patronales de todo el país, y hoy ha tenido lugar una de las protestas más grandes que se esperaban dentro de este marco de actuación.

El principal motivo por el que cientos de trabajadores se han echado a las calles, ha sido para presionar a que las negociaciones entre la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y organizaciones que representan a los trabajadores. Unas negociaciones que se dejaron aparcadas desde mayo por la falta de acuerdo, pero que ahora se vuelven urgentes ante la situación económica actual del país.

Reivindicaciones y opiniones

Desde los sindicatos hacen uso de las manifestaciones, sosteniendo que: “En un contexto de inflación desbocada, provocada en origen por el conflicto en Ucrania y que se mantiene y agrava gracias a que las grandes empresas están aprovechando el escenario actual para trasladar el alza de precios al resto de productos, ampliando desproporcionadamente sus márgenes de beneficios y encareciendo el coste de la vida, es fundamental garantizar el poder adquisitivo de las familias trabajadoras y evitar que la ciudadanía vuelva a pagar los costes de una crisis que no ha generado”.

A esto, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE ha contestado que respeta las manifestaciones, pero con cierto tono de ironía ha insinuado que los empresarios también podrían celebrarlas llenando de igual forma las calles. Desde la administración pública también se han pronunciado y Yolanda Díaz ha hecho hincapié en que "los salarios deben subir", una opinión que según la ministra, también comparte el vicepresidente del Banco Central Europeo.