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La ciencia avanza, y lo hace pensando en la salud del ser humano y la del planeta. Es por ello que hoy en día encontramos cosméticos que piensan en ambos lados.
El problema es que la sociedad comienza a valorar más lo que NO lleva un producto a lo que debería llevar y aportar para nuestra piel.
Es por ello que la legislación juega un papel importante en este ámbito, y es que así se puede verificar la seguridad o no de un producto en concreto.
Los cosméticos, o son seguros o no lo son
Así, muchos expertos desarrollan cosméticos preocupándose por el medioambiente y por la salud, creando productos que ayuden a mantener la ecología de la piel.
Por ello, remarcan que los cosméticos tienen que ser eficaces, pero también, seguros. Es por ello que la legislación se actualiza, contando con comités de expertos que dan luz verde o prohíben lo que se puede utilizar y a qué concentración.
Los expertos que trabajan formulando tienen en cuenta dicha normativa, y nadie debería saltársela, poniendo en riesgo la salud de las personas y detrás, el prestigio de las marcas.
Es por ello que la Agencia del Medicamento tiene puesto en marcha una app que se puede descargar y que nos indica con rigor científico lo que se permite y lo que no.
Pero, quitando ese punto de seguridad, del que se deben encargar otras autoridades por nosotros, somos los compradores los que nos debemos centrar en los beneficios que aportan los cosméticos que vayamos a utilizar y cómo encontrar el producto adecuado.
Es por ello que muchos expertos formuladores trabajan con precisión, utilizando plantas y extractos vegetales pero combinando productos de síntesis, como péptidos biomiméticos que estimulan o bloquean ciertas fundaciones de la piel, o sustancias antioxidantes.
La ciencia es importante, combinarla en armonía para/con la naturaleza, es posible
En los cosméticos, concretamente en los filtros solares, tan importantes para combatir la radicación solar y las quemaduras, las plantas no pueden ayudarnos, por lo que debemos de recurrir siempre a la ciencia.
Es por ello que los expertos piden no alarmarse cuando en el etiquetado de productos cosméticos veamos referencias químicas, porque, en el caso de la vaselina, que tiene cien años de historia, lleva químicos, y no se conocen problemas para la piel o el organismo.
El mundo de los cosméticos necesita a la ciencia, y esta ciencia es algo serio y riguroso, donde los resultados han de verse y apreciarse, porque, por encima de todo está la salud de las personas y el cuidado del planeta. Por ello, es importante dejarnos aconsejar por expertos y profesionales serios, que nos cuentes como determinados productos nos beneficiarán o no según nuestra piel.
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