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El Banco de España estima que el coste de vida en las dos zonas urbanas más grandes de nuestro país, Madrid y Barcelona, es “notablemente” superior al gasto medio de los habitantes del resto de la geografía española, con una diferencia de casi el 20 %.
Eso supone que el ciudadano medio que resida en alguna de estas dos ciudades necesitaría 1.200 euros para tener el mismo poder adquisitivo que el de un residente de otra localidad con 1.000 euros.
Los principales motivos de esta divergencia son el mayor coste de servicios como la restauración y, sobre todo, el gravoso acceso a la vivienda en los grandes núcleos urbanos.
El coste de vida y su relación con otros aspectos como el salario
Precisamente, por esas circunstancias los salarios suelen ser superiores en grandes urbes. En promedio, Madrid y Barcelona se sitúan un 45 % por encima de la media del resto de España, pero dicha ventaja en ingreso queda limitada al 21 % por la carestía del coste de vida.
“Una vez que se consideran las diferencias de precios descritas en la sección anterior, la brecha entre los salarios ajustados por su poder adquisitivo en Madrid y en Barcelona se reduce casi a la mitad frente a los de otras áreas urbanas”, explicó el Banco de España.
“De este modo, si bien las zonas urbanas con mayores ingresos nominales cuentan también con mayores ingresos reales, las diferencias salariales, en términos reales, entre distintas áreas urbanas son menores una vez se tienen en cuenta los precios locales”, prosiguió el Banco de España, que calcula que un aumento del 10 % en el salario nominal medio de un área urbana se asocia a un coste de la vida un 1,9 % mayor.
Por otro lado, el informe, bautizado como ‘Índice del coste de la vida en las ciudades españolas’, estima que la disparidad del coste de vida entre el municipio más económico de España, Elda-Petrel, y Madrid y Barcelona es del 31 %. Dicha desigualdad fue del 22 % en 2004.
Respecto al resto de municipios, el Banco de España señaló que habitar en un área que se encuentra entre el 25 % de localidades con mayor coste de vida (por ejemplo, Tenerife) supone un gasto adicional del 7 % con respecto a quien vive en un municipio que se sitúa entre el 25 % de las localidades con menor costo de vida (por ejemplo, Badajoz o Albacete). En 2004, la diferencia entre este tipo de áreas fue del 4,4 %.
En este contexto, el Banco de España aseguró que la correlación entre el número de habitantes de un municipio y su costo de vida es “muy elevada”.
Situación de la vivienda
El principal motivo que explica esta disparidad en el coste de vida es el precio de la vivienda, que supone más de dos tercios de la diferencia de precios entre Madrid y Barcelona con el resto de las áreas urbanas del país, según el Banco de España.
En este sentido, el organismo afirmó que el capítulo de gasto con un mayor peso en el total es el correspondiente a alquileres, casi un 25 % en el promedio nacional.
A esto hay que sumarle que las diferencias en el precio de los alquileres son “notablemente” mayores que en el caso de otros bienes y servicios.
Por ejemplo, el coste del alquiler de vivienda en las áreas urbanas de Madrid y de Barcelona en 2020 fue un 82 % mayor que en la media del resto de las áreas urbanas.
Por otro lado, el Banco de España apuntó a otras diferencias “significativas” en los precios de algunos servicios, como los de hostelería o los de carácter sanitario.
“La prestación de estos servicios incluye un componente muy importante de mano de obra y, por tanto, sus costes están muy influenciados por el coste de la vida al que se enfrentan los trabajadores de esas ramas. De este modo, los niveles de los precios de estos servicios y los salarios del conjunto de las ramas se realimentan entre sí”, explicó el Banco de España en el informe.
"Por el contrario, las diferencias de precios en otros bienes y servicios de consumo, como alimentación, vestido y calzado o comunicación son menos relevantes", apuntó el Banco de España
En estos casos, los productos consumidos en un área urbana no tienen por qué haber sido producidos en ese lugar, y, por tanto, sus precios en distintas áreas tienden a igualarse.
Cabe destacar que las conclusiones de este estudio emanan de la combinación de información sobre niveles de precios del alquiler y de un subconjunto de bienes y servicios de consumo, junto a los niveles de inflación a escala provincial para todos los subgrupos de bienes y servicios.
Asimismo, a parte de evaluar el coste de vida, el Banco de España también analizó las diferencias en los niveles salariales entre las distintas áreas urbanas, antes y después del ajuste por su poder adquisitivo.
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