Los profesionales sociosanitarios plantean una hoja de ruta con herramientas reales y efectivas para sanar las secuelas psíquicas y físicas producidas por la Covid-19

La pandemia de la Covid-19 nos ha ayudado a corroborar que nuestras vidas están en manos de los mejores profesionales; sin embargo, la incertidumbre que provoca enfrentarse a una crisis sin precedentes y a un enemigo desconocido, el miedo al contagio, los continuos cambios de protocolos, los dilemas éticos y las muertes son algunas de las causas que han terminado minando su salud física, psíquica y emocional.

Las secuelas del Covid-19 son una realidad presente

Las secuelas producidas durante los momentos álgidos de la pandemia del Covid-19 continúan siendo una realidad hoy en día para muchos pacientes y sus familias.

Por ello, la Fundación Humans ha centrado su atención, cuidados y desvelos en “el cuidador herido”. Ellos han sido los protagonistas de la I Jornada Humans de Humanización de la Asistencia Sanitaria. Bajo el lema “Humanismo participativo. Compromiso con el profesional”, más de 120 profesionales sociosanitarios agrupados en equipos multidisciplinares han aunado esfuerzos para tratar de encontrar herramientas reales y efectivas que permitan sanar heridas a todos los niveles y acompañarlos en su proceso de recuperación dentro de la estrepitosa realidad a la que aún a día de hoy se adaptan.

Cinco talleres basados en herramientas reales y efectivas

Su trabajo se ha organizado en torno a cinco talleres: Dolor, subjetividad y humanización; autocuidado y salud mental del profesional; humanismo participativo: reto o confrontación; multidisciplinariedad: Base de la Humanización sanitaria; y profesional sanitario y la humanización de la asistencia tras la pandemia del Covid-19.

Estas reuniones han dado lugar a un conjunto de propuestas de valor relacionadas con la superación del Covid-19, las cuales se sintetizan en el siguiente decálogo:

1. iniciativas que permitan a los profesionales sanitarios identificar sus propias heridas, ser conscientes de la vulnerabilidad individual y adoptar hábitos sanadores y preventivos. Entre las propuestas consensuadas, cabe mencionar la puesta en marcha de campañas de sensibilización para el cuidado y respeto al que cuida, creación de programas de formación para el autoconocimiento y autocuidado y de talleres para el desarrollo de habilidades, y la promoción de equipos de salud mental que identifiquen y evalúen los casos.
2. Implementar un plan de formación profesional enfocado en el trabajo en equipo, la escucha aterrizada con la creación de foros de comunicación entre profesionales, y la promoción de la cultura colaborativa.
3. Desplegar un potente plan de comunicación basado en el autoconocimiento y la práctica de habilidades comunicativas para que, unido al plan de formación, los profesionales sanitarios puedan enfrentarse con éxito a los retos existentes. Y es que, existe una importante falta de comunicación, compromiso, propósito común en una estructura que es poco sostenible y donde la responsabilidad individual no debe diluirse en la colectiva.
4. Trabajar en liderazgo en el reconocimiento de valores positivos y contar con ayuda externa para la gestión de las emociones. El profesional sanitario se enfrenta a la falta de reconocimiento por parte de las organizaciones, al exceso de burocracia, a la extenuante falta de tiempo, a la convivencia con un paciente cada día más tensionado, etc. En este sentido, se plantea necesario liderar desde la vulnerabilidad con más autoconocimiento de los gestores sociosanitarios y mayor formación en gestión emocional y de gestión de conflictos. Esto llevaría a una captación de lideres informales, una gestión por procesos rompiendo barreras arquitectónicas entre profesionales y a centrar la atención en el profesional.
5. Desarrollar acciones de concienciación de los ciudadanos que permitan avanzar en los diferentes paradigmas escuchando, entendiendo y actuando. Por ejemplo, crear campañas de publicidad que impacten y que pongan de manifiesto la realidad del profesional sanitario u organizar foros en los que confluyan pacientes y profesionales.

“Todas estas iniciativas e inquietudes de los profesionales de la salud se están materializando en el proyecto ATHENEA, que es un proyecto de ayuda, información y asistencia gratuita a profesionales de la salud para buscar dar respuesta eficiente a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y legales de los profesionales afectados por la Covid-19”, comenta Julio Zarco, presidente de la Fundación Humans.

Mientras tanto, las personas que sufrieron Covid-19 en alguna etapa de la pandemia continúan luchando contra las secuelas físicas y psíquicas que la pandemia les ha dejado para toda la vida. Por eso, el papel de los sanitarios es de vital importancia para sobrellevar la situación y conseguir resultados efectivos.