El zoo de Holanda cía corales 'in vitro' para acuarios de toda Europa

La cría de corales del zoo Burgers, de la ciudad de Arnhem, ha conseguido albergar un arrecife sano y estable en un tanque de 750.000 litros de agua marina.

Y es que los corales pueden parecer una planta, y hasta una roca, pero la verdad es que es un ser vivo. Un animal más. Los corales se encargan de formar la base de un ecosistema con las microalgas que lo cubren y que son esenciales para su supervivencia.

El caso es que el calentamiento del agua de los océanos, por el cambio climático tienen amenazada a esta especie. Pierden sus colores y se blanquean porque escupen las talofitas que les dan ese color.

La cría de corales en Holanda no es un mero capricho, sino una acción de conservación de la especie

El Zoo Burgers ha podido criar un arrecife en su tanque de 750.000 litros de agua de mar, que es, además, el mayor de toda Europa.

Las buenas condiciones de este tanque, permiten que se envíen corales con regularidad a otros acuarios del continente, para poder llevar a cabo la conservación de esta especie.

Pero el envío de los corales son una donación, nunca una venta. Porque los 400 zoos miembros de EAZA (Asociación Europea de Zoos y Acuarios) tienen como lema ayudarse los unos a los otros.

Max Janse, conservador de los corales del zoo de Holanda, comenta que "si a cambio de un elefante recibimos una cucaracha tropical, nos parece un buen trato".

La cría de corales en el acuario del zoo holandés les ha costado 20 años de constante trabajo e investigación. Conseguir un arrecife estable no ha sido tarea fácil. Actualmente, solo hay otros dos arrecifes similares en Australia y San Francisco.

Los corales son una especie que necesita mucha luz y un movimiento constante del agua. Criarlos en esta especie de invernadero acuático afronta dos retos:

• En el ámbito químico: Se debe comprobar la composición del agua regularmente, para que no haya elementos tóxicos.
• En el ámbito biológico: Por un lado, los corales forman un ecosistema y viven con pocos nutrientes, y si las algas proliferan, estos morirían. Además, hay que comprobar la supervivencia de los peces que lo habitan, porque es una parte inseparable del ecosistema.

"Nuestro arrecife es un ejemplo de cómo conservarlo y ayudar a otros a criar los suyos. Devolver el coral a la naturaleza, que parece el objetivo final adecuado, es más difícil: no sabes qué patógenos, tal vez dañinos, puedes introducir" apuntaba el biólogo Janse.

Max Janse compara los corales con la flora intestinal, pues en ella tenemos miles de bacterias en equilibrio, pero puede darse el caso de que se produzca una descomposición.

La sociedad confunde mucho la naturaleza del coral

A parte de la cría de corales, el biólogo puntualizó que un 50% de los visitantes creen que se trata de una planta. Y aunque es un ser vivo, recordamos que es un animal más de las profundidades marinas.

El Zoo Burgers ya hizo en enero de 2019 una donación de 300 corales, anémonas y peces de su arrecife al acuario de Londres (Sea Life London).

Este zoo londinense se encontraba construyendo un tanque especial como el de Holanda. A parte, el zoo de la ciudad británica de Chester, también recibió otro cargamento.

El tanque también administró corales en el 2013 al Oceanogràfic de Valencia. En este caso solo fueron muestras, pues según el biólogo la superpoblación de corales no es recomendable.

"Se pelean o envenenan entre ellos, y nosotros tenemos la suerte de poder surtir a nuestros colegas" comentaba Max Janse.

Esta claro que la cría de corales no es sólo a lo que se dedican en el Zoo Burgers, no se trata de un vivero, sino que el arrecife intenta recrear para los visitantes los que hay en Indonesia y Filipinas, en la región del Indo-Pacífico.