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El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta una serie de crisis diplomáticas acumuladas en los últimos años, afectando a varios países de América Latina, el Magreb y Oriente Próximo. Los conflictos incluyen tensiones con Argentina, Venezuela, Marruecos, Argelia e Israel, y más recientemente con México. Este último caso ha sorprendido al Ejecutivo español debido a la exclusión del rey Felipe VI de la lista de invitados a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México. Aunque la relación con México ha sido tensa desde 2019, este gesto marca un nuevo punto en la crisis diplomática.
En 2019, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador solicitó que España pidiera disculpas por los "agravios" cometidos durante la Conquista. España rechazó la petición, tensando las relaciones entre ambos países. Ahora, la exclusión del monarca español en un evento tan simbólico como la toma de posesión de Sheinbaum ha reavivado la tensión. En respuesta, España ha decidido no enviar a ningún representante oficial a la ceremonia.
Venezuela y la prolongada tensión
Otra de las crisis diplomáticas más destacadas ha sido con Venezuela, donde las elecciones presidenciales recientes han generado controversias. España, junto con otros países, solicitó al régimen de Nicolás Maduro que publicara los resultados oficiales de las elecciones tras las denuncias de fraude por parte de la oposición venezolana. Este conflicto escaló cuando el candidato opositor, Edmundo González, salió del país en un avión español y solicitó asilo en España, tras acusar al Gobierno de Venezuela de coacciones. Las relaciones diplomáticas se tensaron aún más cuando la ministra española de Defensa calificó al país caribeño de dictadura, lo que llevó a la retirada de la embajadora venezolana en Madrid.
En este contexto, el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reveló que medió en la salida de González de Venezuela. Sin embargo, su papel en el conflicto sigue siendo objeto de especulación, mientras que las tensiones entre ambos países aún no han sido completamente resueltas.
Conflictos con Marruecos, Argelia e Israel
Las tensiones con Marruecos y Argelia también han marcado la política exterior de Sánchez. La crisis con Marruecos se desencadenó en 2021 cuando España permitió la hospitalización del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, lo que llevó a Marruecos a retirar a su embajadora en Madrid. Posteriormente, España cambió su postura respecto al conflicto del Sáhara Occidental, reconociendo la iniciativa marroquí de autonomía, lo que provocó el enfado de Argelia, aliada de la causa saharaui.
Finalmente, Israel también ha sido escenario de conflictos diplomáticos con España. Las críticas del Gobierno español a la respuesta militar israelí en Gaza, así como el reconocimiento oficial del Estado Palestino, generaron tensiones que se mantienen activas, con la retirada de embajadores y duras declaraciones por ambas partes.
Estas crisis diplomáticas reflejan un desafío continuo para la diplomacia española, que sigue gestionando relaciones complicadas en diversas partes del mundo, muchas de ellas vinculadas a decisiones políticas o declaraciones controvertidas
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