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Cáritas Diocesana de Canarias advirtió que muchos ciudadanos de origen extranjero llegan a sus sedes “con moratones y contusiones afirmando haber sido agredidos, insultados y vejados en la vía pública por su condición de migrantes”. Ante esta situación de la crisis migratoria exigió al Gobierno permitir los traslados de estas personas a la península para aliviar “algo que está fuera de control”.
Así estalló la presión migratoria en Canarias
En su opinión, desbloquear el tránsito de migrantes llegados a Canarias hacia el resto del territorio nacional y hacia otros países europeos ayudaría a combatir “los brotes de xenofobia que han aparecido en algunos sectores sociales”.
A su juicio, resulta “preocupante que la mayoría de las personas migrantes manifieste no haber recibido información en un idioma que comprenda, ni orientación, ni asesoramiento sobre su situación administrativa en España”.
Así las cosas, la tensión por la crisis migratoria en Canarias va en aumento. En los últimos días han tenido lugar varias concentraciones contra la inseguridad generada por la llegada masiva de inmigrantes irregulares y la mala gestión de la situación.
Recordemos que en 2020 llegaron a Canarias 23.023 inmigrantes de forma irregular. Ante la falta de recursos, el pasado verano el Gobierno central decidió albergarlos en hoteles, cerrados por la pandemia. Una solución temporal y de urgencia, que se ha ido alargando en el tiempo.
A día de hoy, unos 7.500 inmigrantes se alojan en hoteles en Canarias, solo en la zona sur de Gran Canaria, más de 6.000
En ocasiones se producen altercados entre inmigrantes en los complejos. Cuando esto ocurre, los más conflictivos son expulsados del hotel y se quedan en la calle, sin comida ni techo.
Unos incidentes que según la Delegación del Gobierno en Canarias, son hechos aislados, pero que sindicatos de Policía Nacional y Guardia Civil, aseguran que son cada vez más frecuentes y de mayor relevancia.
Sin embargo, hurtos y robos van en aumento en los últimos meses de crisis migratoria. También peleas y reyertas entre inmigrantes.
Además, la Fiscalía investiga varios grupos de WhatsApp creados en esos días en los que se incitaba a la población a salir a la calle a agredir a los inmigrantes.
Al principio los incidentes se concentraban en la zona sur de la isla, pero poco a poco se han ido extendiendo por todos los municipios. Inseguridad que también han manifestado los propios inmigrantes por miedo a ser increpados por ciudadanos racistas.
"No vamos a permitir que Gran Canaria se convierta en Lampedusa, hay que activar las derivaciones"
Así respondía Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria a las manifestaciones contra la inmigración irregular.
Las autoridades canarias solo ven una solución, derivar inmigrantes a la península, y piden la solidaridad del resto de España y de Europa para evitar que Gran Canaria no se convierta en una “isla cárcel”.
“No vamos a permitir que Gran Canaria se convierta en Lampedusa, hay que activar las derivaciones”, dice A. Morales, Presidente del Cabildo de Gran Canaria.
Miles de inmigrantes permanecen sin poder salir del archipiélago. Cerca de 2.000 fueron derivados a península por ser considerados vulnerables, y las deportaciones van a cuentagotas, no más de 80 personas a la semana. Una crisis migratoria que empieza a ser insostenible y que, sin la colaboración de España y Europa, puede hacer que Canarias pase de paraíso a cárcel europea.
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