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En situaciones de emergencia, como las inundaciones recientes causadas por la DANA, las personas más vulnerables son las que enfrentan mayores desafíos. Para familias con personas con discapacidad intelectual, la situación es especialmente compleja, ya que deben enfrentarse a los mismos problemas que otras familias, pero con menos recursos y mayor dificultad. Desde falta de comprensión y adaptabilidad hasta problemas conductuales, estas familias viven momentos críticos y necesitan apoyo adicional para sobrellevar la situación.
Ante esta realidad, la organización Plena Inclusión Comunidad Valenciana ha tomado medidas inmediatas para ayudar a las familias afectadas. Marian Ferrús, presidenta de la federación, explicó que uno de los primeros pasos fue lanzar un llamamiento en redes sociales para reclutar voluntarios, logrando reunir a más de 300 personas para atender las necesidades urgentes de las familias afectadas. "Pensamos en todas aquellas familias que tienen a una persona con discapacidad intelectual o con problemas de desarrollo, como el autismo, y que podrían estar en un momento crítico, sin luz, sin agua y necesitando ayuda psicológica o de acompañamiento”, explicó Ferrús.
Respuesta y apoyo inmediato a las familias afectadas
La respuesta de Plena Inclusión se centró en escuchar las necesidades específicas de cada familia y ofrecer un acompañamiento personalizado. “Nos han llegado peticiones de todo tipo”, comenta Ferrús, “familias que necesitaban ser atendidas psicológicamente porque estaban desbordadas emocionalmente, y otras que simplemente pedían que estuviéramos con sus familiares para que pudieran ir a retirar el barro o hacer cola para conseguir alimentos”.
Este tipo de apoyo es crucial para familias que, además de enfrentar la pérdida de su hogar o sus pertenencias, deben ayudar a sus seres queridos a comprender y afrontar la situación.
Ferrús relata el caso de un joven con autismo que solo podía comer una marca específica de alimentos debido a su rigidez alimentaria, lo que ilustra cómo incluso los detalles más pequeños se convierten en desafíos significativos. "Nos estamos encontrando con muchas personas con autismo que están teniendo problemas de conducta porque sus rutinas están completamente alteradas", añadió Ferrús, destacando la importancia de este acompañamiento para ayudar a estas personas a regularse en momentos de crisis.
Necesidades a largo plazo y reconstrucción
Tras haber cubierto las necesidades más urgentes, la organización se enfoca en la fase de reconstrucción, un proceso que requerirá recursos considerables. "Estamos recopilando las pérdidas materiales que las familias necesitan para la rehabilitación, como dispositivos de comunicación, tablets y ordenadores”, explicó Ferrús. Este esfuerzo no se limita a las familias, ya que varias asociaciones y centros de apoyo también han sufrido daños significativos. Un centro de atención temprana y un centro ocupacional quedaron completamente arrasados, y aunque se han habilitado medidas temporales para continuar los servicios, se requiere ayuda adicional para su reconstrucción.
Por esta razón, Marian Ferrús hizo un llamamiento para que la ayuda no cese: “Vamos a necesitar mucho apoyo a medio y largo plazo, desde ayuda económica hasta donaciones de materiales específicos”. La confederación, Plena Inclusión España, ha habilitado una cuenta corriente para recibir donaciones que se destinarán a cubrir estas necesidades, y también se ha puesto en marcha una página web a través de la cual se pueden realizar donaciones.
La esperanza es que, con el apoyo de la sociedad y la colaboración de los voluntarios, las familias afectadas puedan reconstruir sus vidas y las instalaciones necesarias para seguir adelante, asegurando el bienestar de las personas con discapacidad intelectual que requieren cuidados especiales.
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