Con ese acuerdo llega una larga lista de compromisos de agentes del sector público y privado para combatir el cambio climático, frenar la destrucción de la biodiversidad y el hambre, y proteger los derechos de los pueblos indígenas.
La tasa de deforestación de las áreas protegidas es un 41 % más baja que la de las zonas no protegidas, según un nuevo estudio basado en 18.000 parcelas de tierra.
Los mamíferos acaban sufriendo un grave estrés a causa de la deforestación. Así lo corrobora un grupo de investigadores que ha estudiado a un grupo de marsupiales en áreas deforestadas del Bosque Atlántico, ubicado en América del Sur.