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La vida útil de las pajitas biodegradables es de 8 a 20 meses en el océano, según un estudio realizado por nueve investigadores estadounidenses sobre estos productos.
Las pajitas de plástico que entran en los ecosistemas marinos hacen que las playas sean antiestéticas y planteen problemas para las tortugas y las aves marinas.
Por eso hay una creciente conciencia social de optar por alternativas comercializadas como biodegradables o compostables, con el fin de que si acaban en la naturaleza, sean unos residuos menos agresivos y no tan contaminantes.
A pesar de que las pajitas biodegradables sean más comprometidas, lo primordial es no contaminar con ningún tipo de residuo
Un equipo de investigadores realizó experimentos con agua de mar para concluir que algunas pajitas de papel o con bioplástico podrían desintegrarse en un plazo de 8 a 20 meses en los sistemas oceánicos costeros.
El trabajo y todos los análisis realizados al respecto de la degradación de las pajitas biodegradables, aparece publicado en la revista ‘ACS Sustainable Chemistry & Engineering’.
Los autores analizaron pajitas a base de polímeros, como ácido poliláctico (PLA) y polipropileno (PP), y con diacetato de celulosa (CDA), un polímero derivado de la pulpa de madera usado ampliamente en bienes de consumo, o con polihidroxialcanoatos (PHA).
Investigadores del Instituto Oceanográfico Woods Hole (Estados Unidos) y del fabricante de plásticos biodegradables Eastman intentaron cuantificar la vida ambiental de una amplia gama de productos plásticos para responder a la pregunta de cuánto duran las pajitas en el océano y encontrar una forma de acelerar su descomposición.
En las pruebas iniciales, cortaron trozos de unos 2,5 centímetros de largo de pajitas biodegradables que se encuentran disponibles comercialmente en los supermercados y otras tiendas y que están hechas de papel recubierto o no recubierto, PP, CDA, PHA o PLA.
Luego, suspendieron las piezas de pajitas biodegradables en cables desde grandes tanques con agua de mar a temperatura ambiente y controlaron la temperatura, la exposición a la luz y otras variables con el fin de imitar el entorno marino natural.
Tras 16 semanas, las pajitas biodegradables de papel, CDA o PHA perdieron entre un 25 y un 50 % de su peso inicial. Los autores proyectaron que se desintegrarían completamente en las costas oceánicas en un plazo de 10 meses (las de papel), 15 meses (PHA) o 20 meses (CDA).
Por el contrario, las pajitas hechas con PP o PLA no tuvieron cambios de peso apreciables, lo que sugiere que podrían persistir durante años en el agua del océano.
Otros experimentos con diferentes materiales para ver su impacto en la vida ambiental
Por otro lado, los investigadores emplearon las mismas condiciones experimentales para evaluar cómo el cambio de la estructura del material CDA de sólido a espuma impactaba en la vida ambiental del bioplástico.
Observaron que la espuma se desintegraba al menos dos veces más rápido que la versión sólida, con lo que una pajita hecha con espuma se desintegraría en agua de mar en ocho meses, la vida útil más corta de cualquier material probado, como ocurre con las pajitas biodegradables actuales.
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