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El deporte femenino en 2020 ha seguido sumando premios, seguidores y ampliando el número de mujeres que mejoran sus retos año a año. Ahora son ellas las que también venden un buen número de camisetas debido a su éxito, trabajo y esfuerzo en la piscina, cancha de baloncesto o campo de futbol.
Las deportistas se abren camino en España
Gracias a todos los méritos cosechados durante estos últimos veinte años, los logros de las mujeres españolas en el deporte ahora captan la atención de los medios de comunicación y de miles de seguidores, gracias a su esfuerzo.
El deporte femenino español se ha ido abriendo hueco hacia la primera página de los medios de comunicación. Tenemos el ejemplo de Carolina Marín, alcanzando una gran gesta en un deporte con poco seguimiento en España como es el Badminton. Sandra Sánchez es el modelo para muchas otras mujeres, una karateca española que, en 2018, fue reconocida como la mejor karateca de la historia por la Federación Mundial de Kárate en la categoría de kata femenino. Los tiempos de Mireia Belmonte en estos años bajo el agua han sido muy destacados, así como la imagen de Lydia Valentín creando un corazón con sus manos tras cada competición, representan la viva imagen del esfuerzo y del éxito en nuestras deportistas.
Los últimos veinte años de las deportistas en España
Estableciendo como punto de inicio para este recorrido ‘Sídney 2000’ y valorando todo lo que se ha conseguido hasta llegar a ‘Río 2016’ es sorprendente el trabajo realizado. El deporte femenino ha logrado hitos de forma paralela a los logros alcanzados por otras mujeres a lo largo de la historia. Profesionalidad y constancia que ahora puede materializarse en las metas que alcanzan las deportistas en pro de la igualdad y la visibilidad de la mujer.
Hace 20 años, en los juegos olímpicos de Sídney, Isabel Fernández abrió la puerta a la igualdadal lograr el oro en judo. En los 20 Km marcha, María del Monte fue quien se colgó un bronce por aquella carrera. Y si hablamos de natación y ciclismo de montaña, siempre tendremos en nuestra retina a Nina Zhivanevskaya y Margarita Fullana respectivamente.Estas medallas representaron en ese momento el anticipo para todo lo que iba a suceder años después.
La selección femenina de baloncesto
Corría el año 2000 y la selección femenina de baloncesto tenía en su vitrina solo un título: el Eurobasket. En la actualidad, esas mismas vitrinas agrupan 14 recuerdos inolvidables: entre ellos, la medalla de plata de Río y tres oros más en el campeonato continental, el último de ellos en 2019.
El techo de cristal en las deportistas
El deporte femenino en España pudo tomar posiciones para su desarrollo y posterior crecimiento a raíz de ‘Barcelona 92’. En ese año, los logros de las mujeres en el deporte fueron moderados. Observando la trayectoria de muchas de ellas, los Juegos de Barcelona fueron un punto de inflexión. Desde ese momento nos empezamos a familiarizar viendo a mujeres deportistas subiendo al pódium en cada competición.
En 2018, Ana Carrasco logró el Mundial de velocidad de motociclismo y dijo “Nunca creyeron que una mujer pudiera ser campeona del mundo”.
Pero las barreras, o techo de cristal, con las que se han topado las mujeres en cualquier ámbito social, también existen en el mundo del deporte. En comparación a los hombres es menor el número de mujeres que realizan una determinada modalidad deportiva. Aunque ahora, la figura de la mujer en el deporte capta mucho más la atención y los medios ponen el foco en sus campeonatos, partidos o modalidad deportiva en la que compitan.
Una vez que la pandemia por coronavirus nos deje retomar nuestras vidas, a buen seguro que la ausencia de competiciones en estos meses, provocará que nuestras deportistas entren en la zona de juego para dar todo lo que mejor tienen.
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