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La guerra que Rusia lleva a cabo contra Ucrania es un sinsentido que traspasa hasta los límites establecidos en los conflictos, ya de por sí, los derechos de todas las personas quedan por los suelos, pero los incesantes ataques rusos no dejan de sobrecoger a la humanidad.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, denunciaba hace dos días el ataque aéreo a manos de los rusos a un hospital materno infantil, por lo que insiste en el cierre para evitar que los derechos de los más pequeños se violen y pierdan más vidas.
Zelenski ya calificó este ataque como un crimen de guerra, pues no se trata del primer bombardeo que comenten los rusos en hospitales ucranianos.
Los derechos de los niños y niñas de Ucrania violados y bombardeados
Calificado como crimen de guerra, este grave ataque, ha sido criticado por el mundo entero, y desde la ONG Save the Children han hecho su denuncia ha este hecho.
La directora de Europa del Este de Save the Children, Irina Saghoyan, declaró este jueves que el bombardeo al hospital infantil ucraniano de la ciudad de Mariupol es un “desprecio absoluto por los derechos fundamentales de los niños y niñas y supone una violación del derecho internacional humanitario”.
En respuesta a los informes de que un hospital infantil y de maternidad ucraniano fue bombardeado, Irina Saghoyan declaró que “es absolutamente devastador que un hospital infantil, un lugar de refugio y seguridad, haya sido bombardeado".
Saghoyan señaló que “es horrible que un lugar al que la gente acude en busca de ayuda se haya convertido en un lugar de absoluta y total destrucción”. Se preguntó también donde podrán acudir las familias “si ni siquiera en los hospitales están a salvo”.
“Los hospitales no deben convertirse en campos de batalla. Save the Children pide el cese inmediato de las hostilidades, como única forma de proteger a los niños y niñas de la violencia y de otras violaciones de sus derechos”, añadió.
Guerra, una palabra que en los tiempos que estamos, no debería ni ser nombrada
El teniente alcalde de la ciudad de Mariúpol, Sergiy Orlov, denuncia la muerte de un niño por deshidratación, y reitera que estas cosas no deberían estar pasando en pleno 2022.
Y es que la ciudad está totalmente devastada, no cuenta ni con gas ni electricidad por los continuos bombardeos de las tropas rusas sobre las infraestructuras estratégicas.
"La única forma de cocinar es haciendo fuego en la calle y para beber hay que deshacer nieve. Por poner un ejemplo, más de 300 bebés neonatos necesitan leche en polvo y no podemos dársela. Esto no es una guerra, es un genocidio", explicó el teniente de alcalde de la ciudad portuaria del sureste del país, Sergiy Orlov.
Un hecho destacable es que no solo los derechos de los propios militares rusos caídos en combate se respetan, pues según afirma el medio de comunicación Internews Ukraine, lo cadáveres no son repatriados a Rusia, porque Putin no quiere admitir las bajas.
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