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España ha perdido en el último siglo más del 60 % de sus humedales y esas zonas húmedas son los espacios naturales más amenazados por la acción humana, debido a la agricultura y ganadería industriales (regadío intensivo, sobreexplotación acuíferos, contaminación…), así como por el cambio climático (sequía, aumento de la temperatura…).
La sequía agrava aún más la “agónica situación” de estos entornos naturales, y según Greenpeace, al disponer de menos agua y seguir aumentando las demandas externas, estos enclaves quedan secos y pierden su biodiversidad y ecosistemas asociados.
Según el último inventario del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, España cuenta con más de 2.000 humedales, aunque otras fuentes elevan esta cifra a 5.767. “Esto demuestra cómo estos ecosistemas naturales son los grandes olvidados, sin ni siquiera saberse cuántos existen ni la situación en la que se encuentran realmente”, apunta Greenpeace.
Los humedales, son ecosistemas olvidados por España ante la situación tan dramática en la que se encuentran
Con los datos de Transición Ecológica, solo un 27 % de los humedales están bien conservados o en un estado moderado de conservación. El resto presentan un alto riesgo de desaparecer, lo que ocurre, por ejemplo, con la laguna de Antela (Ourense), La Janda (Cádiz) o La Nava (Palencia).
“Lejos de frenar este proceso, en la actualidad sigue acelerándose. Tras la práctica desaparición del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o las graves afecciones al Mar Menor en Murcia y a La Albufera de Valencia, toca ver cómo, a corto plazo, corre también riesgo de desaparecer otra de nuestras joyas naturales: el Parque Nacional de Doñana”, recalca Greenpeace.
El Parque Nacional de Doñana alberga una biodiversidad única en Europa y es el hábitat del lince ibérico y lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. “Sin embargo, su conservación choca con los intereses económicos de una agricultura industrial e intensiva y la desidia y complacencia de las diferentes administraciones que gestionan este entorno natural”, según Greenpeace.
Una investigación de esta ONG indica que entre un 10 y un 15 % de la producción total de frutos rojos de la corona norte del Parque Nacional Doñana se riega de forma irregular.
“Los datos indican que la protección de nuestros humedales necesita de más acciones e implicación institucional para revertir su deterioro. No basta con preservar o plantear planes sobre el papel, hay que restaurar urgentemente todos ellos y recuperar las funciones dañadas por la intervención humana”, recalcó Julio Barea responsable de la campaña ‘Salvar el Agua’ de Greenpeace.
Las medidas urgentes no son eficientes si solo se marcan sobre el papel
"Los recientes acuerdos entre el Gobierno central y algunas comunidades autónomas (por ejemplo, Andalucía o Murcia) no son suficientes para preservar nuestros", exigen desde la ONG.
"Es necesario adoptar medidas urgentes, como adecuar nuestra demanda al agua real disponible o reducir el regadío intensivo, para conservar y restaurar los humedales, así como para concienciar a la sociedad sobre su valor y su vulnerabilidad", concluyó Greenpeace.
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