Cómo evitar conflictos sobre la educación con custodia compartida

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02/02/2025 - 12:00
Pareja con custodia compartida peleando

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En España, en casos de custodia compartida, la decisión sobre el colegio de los hijos puede generar conflictos significativos, especialmente cuando los padres no se ponen de acuerdo sobre qué centro elegir.

Generalmente, se establece la custodia compartida de los hijos, lo que puede dar lugar a diferencias en cuestiones tan importantes como la educación. En estos casos, la patria potestad, que suele ser compartida por ambos progenitores después de una separación o divorcio, regula este tipo de decisiones.

¿Qué es la patria potestad?

La patria potestad se refiere a los derechos y responsabilidades que los padres tienen sobre sus hijos menores, abarcando decisiones fundamentales en sus vidas. Estas decisiones incluyen aspectos importantes como la elección de la escuela, los tratamientos médicos esenciales y el lugar de residencia.

Por otro lado, la guarda y custodia compartida se centra en la responsabilidad diaria de los progenitores en la vida de los hijos, donde ambos deben participar activamente en su cuidado y bienestar cotidiano. Las decisiones significativas deben ser tomadas de manera conjunta por ambos padres. Si no logran ponerse de acuerdo, se recurre a la mediación, y en situaciones más complejas, a la intervención judicial.

¿Qué ocurre si no hay acuerdo de custodia compartida?

Cuando los padres no consiguen llegar a un consenso sobre algún aspecto importante, como la elección del colegio del menor, la legislación española, a través del artículo 156 del Código Civil, permite que cualquiera de los progenitores acuda al juez para que resuelva la disputa. En este caso, será el juez quien tomará la decisión que considere más adecuada, siempre velando por el interés superior del menor.

Este proceso está regulado por la Ley de Jurisdicción Voluntaria y sigue varias fases:

Primero, se realiza una audiencia en la que el juez escucha los argumentos de ambos padres para poder comprender sus puntos de vista y tomar la decisión más beneficiosa para el menor, en muchos casos, teniendo en cuenta la opción de custodia compartida.

Si el hijo tiene más de 12 años, también se le escuchará, dado que se considera que tiene suficiente madurez para expresar su opinión sobre el conflicto, en este caso relacionado con la elección del colegio, y sus preferencias deben ser tenidas en cuenta.

Después de que el juez haya escuchado todos los argumentos presentados, procede a evaluar el interés superior del menor, ya que lo más importante es considerar cómo la decisión que se tome afectará su bienestar en los aspectos educativo, social y emocional.

A continuación, el juez emite su resolución, decidiendo qué padre tendrá la autoridad para elegir el colegio o, en algunos casos, indicando directamente cuál será el centro escolar asignado al menor.

Para tomar esta decisión, se consideran diversos factores, como la proximidad geográfica, ya que se prioriza que el colegio esté cerca del domicilio del menor. También se valora la continuidad educativa, pues mantener al niño en un centro conocido y estable es beneficioso para su bienestar emocional y social. Con frecuencia, los propios menores prefieren continuar en su colegio actual, ya que ahí están sus compañeros y amigos, lo que resulta esencial para ellos en esa etapa de su vida.

Además, se tiene en cuenta la calidad educativa del centro, evaluando si el colegio propuesto puede satisfacer las necesidades educativas del menor.

Otro aspecto relevante es la capacidad de los padres para mantener una relación cordial y cooperativa en beneficio del niño.

¿Qué hacer para evitar conflictos?

Si surge un desacuerdo sobre aspectos fundamentales en la vida del menor y los padres no logran resolverlo entre ellos, se recomienda recurrir a un mediador familiar que pueda ayudar a encontrar una solución, siempre considerando el bienestar del niño y buscando una resolución que sea satisfactoria para ambas partes.

Además, en casos de separación o divorcio, resulta útil haber establecido acuerdos previos que incluyan detalles sobre la educación de los hijos, lo que puede prevenir posibles conflictos.

Es importante recordar que lo más prioritario es el bienestar del niño, y tanto su educación como la elección del centro educativo deben estar siempre orientados hacia ese objetivo, dejando de lado disputas personales.

En el contexto de la custodia compartida, los padres deben colaborar de manera constructiva para tomar decisiones que favorezcan el desarrollo del niño. En algunos casos, si el niño ha demostrado madurez, puede ser incluso él quien tome la decisión, siempre bajo la orientación de sus padres, quienes le proporcionarán una perspectiva más objetiva y menos emocional.

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