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Percibir tan solo "reflejos de luces y sombras" con nuestros ojos, es una situación que se acabaría convirtiendo en complicada para cualquier persona. Desarrollar una discapacidad paulatina desde muy joven, desde luego no es un camino de rosas, pero encontrar una pasión, como el deporte, puede ser una poderosa herramienta en la que apoyarnos en los momentos difíciles. Como así le ocurre a Gonzalo Hernández, un niño de tan solo 12 años que se entrena para llegar a los Juegos Olímpicos.
Desde muy pequeño, a Gonzalo se le diagnosticó la enfermedad de Coats, una patología rara que entre sus principales síntomas acaba generando una pérdida visual amplia, en su caso ya ha alcanzado el 95 % en su ojo izquierdo, con el que apenas percibe esas sombras y reflejos. Sin embargo, conocer su diagnóstico e ir cada año incrementando su discapacidad visual, no han sido cuestiones que le hayan frenado en su carrera por el atletismo.
Una discapacidad que no frena a Gonzalo
Con tan solo cuatro años, los médicos dieron con la enfermedad en el caso de Gonzalo. Después de haber pasado por una serie de pruebas bastante complejas, la enfermedad de Coats apareció en su vida. En una entrevista concedida a Servimedia, este joven deportista explicó que su ojo estaba “muy afectado, con bastantes daños por dentro y una enfermedad atacando muy fuerte", lo que acabó por generarle una discapacidad visual.
"Mi primera intervención fue el 26 de diciembre de 2014 y, desde entonces, he pasado ya 19 veces por quirófano. Actualmente tengo una pérdida visual del 95% en mi ojo izquierdo, sin poder ver nada por él y apenas recibo reflejos de luces y sombras”, añadió. A pesar de tener que enfrentarse a una situación tan compleja, que incluso ha llegado a generarle una discapacidad, desde tan pequeño, nunca perdió su interés por el deporte, el cual forma para importante de su día a día.
Después de un tiempo practicando fútbol, decidió buscar un deporte en el que su discapacidad visual no le afectara tanto y descubrió el atletismo. En la actualidad compite en la categoría Sub-14 y ha conseguido diversos triunfos, entre ellos destacó haber ganado “bastantes” carreras populares y haber quedado subcampeón provincial individual y en equipos en la modalidad de campo a través el pasado año.
Como atleta, asegura que le gustaría llegar a ser profesional y disputar alguna Olimpiada. “El atletismo me da la libertad de ser yo mismo, corro por mí, no me siento limitado como en otros deportes”, subrayó.
Ponerse las zapatillas para dar voz
Con la ayuda de sus padres, este joven no solo se pone las zapatillas para correr, también lo hace para ponerle rostro a la enfermedad de Coats y generar la visibilidad necesaria para que se mejoren las investigaciones y tratamientos de la enfermedad. A través de su cuenta de Instagram, @gonza_zapatillascontraelcoats, sube contenido de diversa naturaleza que ayuda a que “la gente no solo ha podido conocer lo que es esta enfermedad, sino también concienciarse con ella”.
Hernández advierte de que “actualmente, con una pérdida visual total o enucleación de un ojo la Administración española no está concediendo ni el mínimo grado de discapacidad del 33%, les están valorando sobre el 13-15%”. Sin embargo, el no se rinde y quiere que “cualquier persona que pase por una enfermedad rara no se sienta inferior”. “Somos capaces de todo, solo nos cuesta un poco más que al resto”, destacó.
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