Un análisis de la evolución del vocabulario sobre la discapacidad intelectual en el transcurso de los años

A lo largo de los años, ha habido un cambio significativo en la forma en que hablamos sobre la discapacidad intelectual. Antes, las palabras y términos utilizados solían ser más estigmatizantes y despectivos. Sin embargo, con el tiempo, ha habido un movimiento hacia un lenguaje más inclusivo y respetuoso. Este cambio refleja una mayor conciencia y sensibilidad hacia las personas con discapacidad, promoviendo la igualdad y la aceptación en la sociedad.

El cambio del lenguaje para referirse a las personas con discapacidad intelectual

A lo largo de los años, hemos observado un cambio significativo en el lenguaje utilizado para referirse a la discapacidad intelectual. En el pasado, se empleaban términos despectivos como "subnormales", que hoy en día ya no son aceptados. 

En cambio, ahora nos referimos a las personas con un enfoque más centrado en su dignidad y desarrollo, hablando de "niñas y niños con discapacidad intelectual y del desarrollo". Además, hemos visto un cambio en la atención mediática, antes centrada principalmente en niños y niñas, mientras que ahora se reconoce más la importancia de atender a personas adultas con discapacidad.

En el ámbito del cuidado y la atención, también ha habido una transformación notable. Antes se consideraba que esta responsabilidad recaía exclusivamente en las mujeres, reflejando una mentalidad machista. 

Aunque hoy en día ya no se exprese de la misma manera en los medios, la realidad sigue mostrando que la mayoría de las personas cuidadoras son mujeres, como lo demuestra una encuesta sobre conciliación en la que participaron principalmente mujeres.

Un paso agigantado en la inclusión, pero no del todo

A pesar de estos cambios positivos en el lenguaje y la percepción social, todavía persisten actitudes discriminatorias y frases hirientes como "Tener un hijo subnormal sigue siendo una desgracia, pero ya no supone un deshonor". 

Es interesante notar cómo las organizaciones también han evolucionado en su forma de comunicarse sobre la discapacidad intelectual y del desarrollo. La imagen de la hucha para recolectar dinero destinado a personas con discapacidad es un ejemplo visual de cómo se solían usar ciertas palabras en el pasado. De hecho, muchas entidades, como Plena Inclusión, anteriormente conocida como FEAPS, incluían términos como "subnormales" en sus nombres.

Sin embargo, con el tiempo y una mayor conciencia sobre la importancia del lenguaje inclusivo y respetuoso, estas organizaciones han optado por cambiar sus nombres. Este cambio refleja un compromiso hacia una comunicación más empática y centrada en la dignidad de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.

Desafíos pendientes de cara al futuro

Es evidente que hemos avanzado significativamente en la forma en que abordamos la discapacidad intelectual y del desarrollo en las noticias, pero aún enfrentamos desafíos importantes.

Es crucial aumentar la cobertura mediática sobre estos temas, asegurándonos de que las personas con discapacidad sean representadas de manera justa y respetuosa. Es inaceptable que todavía se utilicen términos despectivos y obsoletos como "minusválidos" o "discapacitados" en algunas noticias.

Es fundamental que las personas con discapacidad también sean protagonistas en las noticias, compartiendo sus historias, experiencias y logros. Esto no solo promueve una representación más precisa y diversa, sino que también contribuye a desafiar estereotipos y promover la inclusión.

A pesar de los desafíos pendientes, es importante reconocer el progreso que hemos logrado y el cambio positivo que hemos generado. Estos ejemplos nos recuerdan la importancia de seguir trabajando juntos para construir una sociedad más inclusiva y respetuosa para todas las personas, independientemente de su capacidad.