El divorcio gris, una tendencia que se hace cada vez más común en el mundo

Las parejas que deciden dar el paso para formalizar del todo su relación y casarse, siempre lo hacen con la mirada fija en el futuro y en tener una vejez compartida. Sin embargo, esto no siempre es así para muchas parejas. Solo en 2022 en España hubo 81.302 divorcios, 3.210 separaciones y 39 nulidades, según el Instituto Nacional de Estadística, es muy probable que varios de estos fueran lo que se conoce como 'divorcio gris'.

También conocidos como divorcios de plata o de diamante, el divorcio gris hace referencia a la separación de parejas que llevan varios años casadas y sus edades superan los 50 años, llegando incluso a afectar a parejas de 70 u 80 años. La edad de los 40 suele ser una de las más señaladas para este tipo de separaciones, pero el divorcio gris no ha dejado de crecer en estos últimos años, convirtiéndose en un fenómeno destacable.

Las razones para que se produzca un divorcio gris

Desde luego las razones para cualquier separación o divorcio gris son tremendamente particulares a cada pareja. Sin embargo, existen tendencias y patrones que se repiten en las causas que llevan a un matrimonio el dejar atrás el compromiso. Entre los principales motivos por los que una relación se acaba suele estar la falta de comunicación, casos de infidelidad, necesidades no satisfechas en una o en ambas partes, o incluso la rutina.

Se tiende a pensar que cuando un matrimonio ha "aguantado" varios años, es difícil que con el tiempo se acabe rompiendo por una cuestión meramente pragmática. Sin embargo, es una idea bastante equivocada que el divorcio gris viene a refutar. Pasados los 50 años nos encontramos en otra etapa vital en la que nuestras necesidades pueden llegar a cambiar, al igual que nuestra visión sobre la vida y el futuro. También puede darse una mayor consciencia sobre la relación que se ha tenido durante años.

Un factor muy interesante es la ampliación de la esperanza de vida y una vejez mucho más activa que la de generaciones anteriores. Esto, aunque no lo parezca, genera un impacto importante. Si aun te quedan años de vida y salud, ¿por qué vivirlos con una persona con la que ya no compartes tu visión sobre la vida o con la que has llevado a vivir maltrato? También podemos mencionar el hecho de un mayor entendimiento sobre nuestra salud mental y nuestras necesidades individuales.

Muchas más cargas en la relación

Sin embargo, pasar por un divorcio no es nada sencillo en ningún caso, pero se complica aún más cuando lo hacemos a estas edades. Con más de 50 años lo normal es tener algún tipo de propiedad en conjunto, ya sea una casa o un coche, así como familia, hijos y nietos, que dificultan este tipo de rupturas. Otros aspectos como las cuentas de jubilación también pueden verse afectadas por un divorcio gris, al igual que la dinámica familiar.