Lectura fácil
El DNI (Documento Nacional de Identidad) es un documento oficial que certifica nuestra identidad y contiene información personal. Lo utilizamos en diversas situaciones, como votar o recoger paquetes. El número asignado es fijo y permanece igual incluso al renovar el documento, lo que facilita su memorización. Con el tiempo, sus aplicaciones se han expandido, y ahora, con el electrónico, también podemos firmar documentos de forma digital.
El DNI, instrumento esencial para nuestro día a día
El DNI, o Documento Nacional de Identidad, es un instrumento esencial que valida nuestra identidad y recoge información personal. Lo utilizamos en situaciones tanto cotidianas como significativas, desde votar hasta retirar un paquete. A pesar de su uso constante, muchas veces ni siquiera somos conscientes de que lo estamos empleando.
El número del Documento Nacional de Identidad permanece fijo, incluso cuando se renueva el documento, lo que facilita su memorización. En muchas ocasiones, no es necesario llevarlo encima para realizar gestiones. Con el tiempo, la función de este documento ha evolucionado, y ahora con el DNI electrónico, también es posible realizar firmas digitales.
Una vez que tenemos el DNI en nuestras manos, lo primero que solemos hacer es revisar la foto, asegurándonos de que hemos salido bien. Luego, nos fijamos en el número y la letra, que forman una combinación única. Este número consta de ocho dígitos y una letra, y aunque pueda parecer al azar, existe un sistema específico para su asignación.
¿Cómo se asigna la letra?
Es posible que nunca nos hayamos detenido a pensar en cómo se asigna la letra del Documento Nacional de Identidad, ya que solemos aceptarla sin cuestionarla. El número del DNI es único, personal e intransferible.
A pesar de los rumores que afirman que los números de personas fallecidas se reutilizan, esto es completamente falso. De hecho, cuando se agoten los números de ocho cifras, se comenzarán a asignar números con nueve cifras.
El proceso para asignar la letra no es un simple azar. En realidad, existe un sistema matemático para ello. Para obtener la letra correspondiente, se divide el número de ocho cifras del DNI entre 23.
El resultado de esta operación es un resto que se utiliza para determinar la letra, según una tabla preestablecida. Este resto no es el cociente de la división, sino el número que sobra después de dividir.
Si no se recuerda cómo hacerlo a mano, se puede usar una calculadora para dividir el número, y luego multiplicar los decimales por 23 para obtener el resto.
El resultado de esta operación se traduce en una letra según el siguiente sistema: al resto 0 le corresponde la letra T, al 1 la R, al 2 la W, al 3 la A, al 4 la G, al 5 la M, al 6 la Y, al 7 la F, al 8 la P, al 9 otra F, al 10 la X, al 11 la B, al 12 la N, al 13 la J, al 14 la Z, al 15 la S, al 16 la Q, al 17 la V, al 18 la H, al 19 la L, al 20 la C, al 21 la K, y al 22 la E.
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