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Las empresas del IBEX 35 han dado “un paso atrás” en 2024 en materia de empleo para personas con discapacidad porque, según los datos que publican en su web, tan solo el 46 % de ellas cumple con la cuota legal del 2 % de reserva de empleo para este colectivo, frente al 57 % de 2023.
Así se desprende del IV Informe ‘IBEX 35 y Discapacidad’, elaborado por la Fundación Bequal y presentado en la agencia de noticias Servimedia. En este encuentro participaron el director gerente de la Fundación Bequal, José Antonio Martín Rodríguez; la directora de Sostenibilidad y Diversidad e Inclusión en Agbar del Grupo Veolia, Dulcinea Meijide Vidal; y el director general de Fundación ONCE y vicepresidente ejecutivo de Fundación Bequal, José Luis Martínez Donoso.
Para Martín Rodríguez, el documento muestra una situación “frustrante” y datos “desalentadores” porque las empresas del IBEX 35, en su conjunto, alcanzaron un 1,79 % de empleos para discapacidad, teniendo 7.487 personas con discapacidad en sus plantillas en España, cuando debería haber 8.357.
El retroceso en inclusión laboral en las grandes empresas
A pesar de los avances en las políticas de inclusión laboral en los últimos años, un reciente informe ha revelado que las empresas que forman parte del IBEX 35 han dado "un paso atrás" en cuanto a la contratación y el empleo de personas con discapacidad. Las grandes corporaciones, que suelen ser vistas como líderes en responsabilidad social corporativa, parecen haber retrocedido en sus esfuerzos por integrar a personas con discapacidad en sus plantillas. Este retroceso plantea dudas sobre el compromiso real del sector empresarial hacia la igualdad de oportunidades para todos los trabajadores, independientemente de su condición física o mental.
En el último informe, que analiza las políticas de empleo inclusivo de las compañías del IBEX 35, se observa que la mayoría no ha alcanzado las metas de integración laboral que se habían establecido en años anteriores. Muchas empresas se han quedado por debajo de las cifras de contratación de personas con discapacidad que se habían comprometido a alcanzar. Este fenómeno puede deberse a varios factores, entre los que destacan la falta de medidas efectivas de inclusión, la ausencia de incentivos claros para la contratación y la falta de sensibilización dentro de las organizaciones.
Las consecuencias del retroceso en empleo inclusivo
El retroceso en la inclusión laboral de personas con discapacidad en el IBEX 35 tiene varias implicaciones importantes. En primer lugar, afecta a la diversidad y la equidad en el lugar de trabajo, dos factores que han demostrado mejorar la productividad y el ambiente laboral. La integración de personas con discapacidad no solo contribuye a la igualdad social, sino que también puede enriquecer a las organizaciones al aportar diferentes perspectivas y habilidades.
En segundo lugar, este retroceso pone en duda el compromiso de estas empresas con la responsabilidad social corporativa (RSC). En los últimos años, la RSC se ha convertido en una prioridad para las grandes corporaciones, pero en este aspecto específico, las acciones no parecen estar a la altura de los compromisos públicos. La contratación de personas con discapacidad debe ser vista como una parte integral de la cultura empresarial, no como una obligación más.
El camino hacia la mejora en la inclusión laboral
Para revertir esta tendencia, las empresas del IBEX 35 deben tomar medidas concretas para promover un entorno de trabajo más inclusivo. En primer lugar, deben establecer metas claras de contratación de personas con discapacidad, apoyadas por programas de sensibilización y formación para todos los empleados. Además, la accesibilidad en los espacios de trabajo debe ser una prioridad, tanto en términos físicos como digitales. Las empresas deben invertir en adaptaciones razonables para garantizar que los empleados con discapacidad tengan las mismas oportunidades de desarrollo profesional.
El apoyo a la integración debe provenir desde los niveles más altos de la organización, con el compromiso del liderazgo empresarial para crear una cultura inclusiva que valore la diversidad. Además, es necesario mejorar las políticas de incentivos y beneficios fiscales para las empresas que contraten a personas con discapacidad, lo que podría facilitar su integración laboral.
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