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¿Eres de los que duerme con la persiana un poco bajada para que entre claridad o totalmente a oscuras? No es lo mismo para nuestra salud dormir con luz que sin ella. Sobre gustos no hay nada escrito, está claro, pero ,aunque es probable que nunca te hayas parado a pensarlo, hay una explicación científica detrás que puede afectar a tu salud de manera negativa. Te lo contamos a continuación.
¿Qué dice la Universidad Northwestern sobre la forma de dormir?
Según el estudio de la Facultad Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern, la opción correcta por la que deberíamos optar sería la de dormir completamente a oscuras. En caso de que haya algo de luz o claridad, hay una influencia directa en los niveles de azúcar en sangre y en la regulación cardiovascular, lo que eleva el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas de corazón y, también, diabetes.
El motivo principal por lo que puede elevarse el riesgo de padecer algunas de estas enfermedades es que la luz tiene una incidencia directa en la insulina, que es la encargada de regular los niveles de glucosa en sangre.
Se realizó un estudio entre personas que dormían con una luz moderada y personas que lo hacían en oscuridad total y los investigadores observaron que los primeros tenían más resistencia a la insulina por la mañana. Esta evidencia debería hacernos reflexionar sobre nuestras preferencias a la hora de dormir.
¿Qué opinan los investigadores sobre el hecho de dormir sin luz?
Phyllis Zee, la autora de este estudio de la Universidad Northwestern, ha afirmado que con una sola noche de exposición a una iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede perjudicar directamente la regulación de la glucosa y el sistema cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico.
La resistencia a la insulina se produce a la mañana siguiente. Esta aparece cuando las células de los músculos, la grasa y el hígado no responden bien a la insulina y no pueden utilizar la glucosa de la sangre para obtener energía. Para compensarlo, el páncreas produce más insulina y, con el tiempo, el nivel de azúcar en sangre aumenta.
Actualmente hay estudios que evidencian que la exposición a la luz durante el día incrementa el ritmo cardíaco a través de la activación del sistema nervioso simpático, que pone el corazón en marcha y aumenta el estado de alerta para afrontar los retos del día. Los resultados del estudio de Northwestern indican que también se produce un efecto similar cuando la exposición a la luz se produce durante el sueño nocturno.
Phyllis Zee recomienda no encender la luz por la noche, pero, si fuera necesario, ¿cómo deberíamos hacerlo para que no perjudique a nuestra salud?
Recomendaciones en caso de dormir con la luz encendida
El estudio de Northwetern ha demostrado que una proporción significativa de individuos duerme con una lámpara de cabecera encendida o con una luz en el dormitorio y/o mantiene la televisión encendida.
Lo que recomiendan Phyllis Zee y Daniela Grimaldi en el caso de que fuera necesario dormir con luz, como puede ser el caso de algunas personas de avanzada edad, es encender una luz tenue, que esté cerca del suelo y optar por un color ámbar o rojo/naranja, que es menos estimulante para el cerebro que la blanca o azul.
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