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La educación de estos próximos años debe ser más equitativa e inclusiva. Sin embargo, esto no ocurre en parte tras la irrupción del Covid – 19. Muchas escuelas se cerraron en todo el mundo debido a la pandemia. En los países más desarrollados, tras un fin de curso agónico en el curso 2019 – 2020, la educación ha recuperado la normalidad y, por ello, se volvió a las aulas aunque no sin restricciones como las mascarillas, la distancia social y los famosos grupos burbuja. En los países menos desarrollados, las escuelas se cerraron y, en las que abrieron sus puertas, las que no pudieron asistir en su mayoría fueron ellas. Las niñas se han ocupado desde el principio de la pandemia del cuidado de sus casas en los países menos desarrollados.
La educación sirve para igualarnos a todos
El acceso a la educación por parte de toda la población debe ser un aspecto a mejorar ya que, la pandemia ha agravado la necesidad de formarse. Sin embargo, hay que destacar que durante el confinamiento, se ha aumentado la brecha digital pero… ¿qué es la brecha digital? La brecha digital es el acceso desigual a una conexión a Internet y a aparatos electrónicos.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ha realizado unas declaraciones con motivo del Día Internacional de la Educación, que se conmemora durante el día de hoy: “en esta época excepcional (refiriéndose a la pandemia de Covid – 19), no podemos seguir haciendo lo mismo de siempre.
Tenemos que reparar las injusticias del pasado y orientar la transformación digital hacia la inclusión y la equidad. Y necesitamos que la educación contribuya plenamente al desarrollo sostenible”. La Unesco se ha propuesto que en los próximos 30 años se amplíen las oportunidades de la educación sea la edad que sea que sea, aquella en la que se inicie o se continúe la etapa estudiantil.
¿Qué ocurre con la educación en América Latina?
En América Latina, la pobreza es uno de los factores más determinantes a la hora de acceder a la educación. Solo el 35 % de estos emprendedores tienen educación primaria a lo sumo, y el 82 % están en situación de vulnerabilidad, la educación financiera y la formación, resultan claves. América Latina es una tierra de oportunidades.
No obstante, la educación es un arma arrojadiza ya que, muy pocas personas son capaces de prosperar en esa región.
Y, ¿qué ocurre en España?
El desempleo ha aumentado en España durante los últimos 2 años coincidiendo con la pandemia de Covid – 19. Así, el porcentaje de formación en la población entre 25 y 64 años ha ascendido.
La población más joven es la que más apuesta por la formación en una época donde el paro juvenil se dispara. A gran distancia de las siguientes generaciones, con un 15,3 % entre las personas de 30 a 34 años y un 11,4 % entre las de 35 a 44. Entre los 45 y los 54 un 9,1 % de las personas se siguen formando y entre los 55 y los 64 solo un 4,9 %.
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