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El movimiento Plena Inclusión, que lucha en España por los derechos de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, ha puesto como ejemplo de educación inclusiva al Centro de Educación Infantil Fernando de Magallanes, de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), un lugar pionero en la atención a niños con y sin discapacidad que empiezan la primera etapa educativa, de 0 a 3 años.
Plena Inclusión Andalucía está orgulloso de la educación del CEIP Fernando de Magallanes
"No se trata de una guardería porque aquí no guardamos. Educamos en equidad y en valores y estamos abriendo los ojos a mucha gente, sobre todo a profesionales". Así se expresa Antonio Fernández, presidente de Plena Inclusión Andalucía, en unas declaraciones al Diario de Jerez sobre la educación inclusiva que se imparte en el colegio Fernando de Magallanes.
Asegura Fernández que un centro de las características del Fernando de Magallanes "es posible y es necesario. A estas edades, los padres estamos en una vigilancia extraordinaria de nuestros hijos. Cualquier signo de alerta en su desarrollo enciende las señales de alarma y puede dar paso a un verdadero calvario, que ha terminado muchas veces con familias destrozadas".
La propuesta de Plena Inclusión contempla un enfoque en el que la atención es integral y los alumnos se ven como iguales y se tratan como iguales. En palabras de Antonio Fernández, "la educación inclusiva es un proceso lleno de valores en el que cada uno recibe la respuesta que precisa. Nos basamos en la metodología Montessori, una corriente educativa que se adapta a las necesidades de todo el alumnado. En ese camino estamos empezando".
El CEIP Fernando de Magallanes es modelo de educación inclusiva
El modelo de educación inclusiva del Centro de Educación Infantil Fernando de Magallanes propone, según el presidente de Plena Inclusión Andalucía, "ayudar con medidas directas a los alumnos y también al entorno, a la familia. Cuando se da esta circunstancia y hay dos hermanos, toda la atención va al que tiene la necesidad de apoyo y se corre el riesgo de que el otro se vuelva invisible y acabe con la sensación de que no importa y la familia no le quiere", apostilló.
La intervención global es fundamental para Fernández, quien defiende la eficacia de los servicios de atención integral a los alumnos con discapacidad y sus familias, y sostiene que sus beneficios llegan también a los alumnos sin discapacidad. "Conocen la situación de las personas con discapacidad y ya adquieren desde pequeños unos valores esenciales en la vida que quedarán grabados y marcarán sus personalidades cuando sean adultos el día de mañana". En su opinión, la educación inclusiva no supone un problema económico. "Muchas veces no se trata de gastar más sino de gastar bien. Y aunque ya se empiezan a dar pasos, queda mucho por hacer".
¿Cómo ha conseguido el CEIP Fernando de Magallanes ser un centro pionero?
De momento, Plena Inclusión ha dotado al colegio con los medios técnicos más avanzados para continuar con la educación inclusiva. Así, el Fernando de Magallanes cuenta con aula multisensorial, piscina terapéutica y gabinetes de atención especializada, “lo que permite una conciliación familiar real, ya que los alumnos reciben estos servicios extraordinarios en su horario educativo, con lo que las tardes quedan para que los papás y las mamás puedan disfrutar en compañía de sus hijos".
Conscientes de que cualquier cambio necesita un proceso de evolución, Plena Inclusión ha propuesto un modelo de educación inclusiva que apuesta por la atención integral a cargo de profesionales formados y experimentados, que ayude al alumnado con y sin discapacidad pero también a sus familias. El presidente de Plena Inclusión Andalucía expresó el deseo de la organización de "ofrecer a los padres y madres del futuro un sistema que dé respuesta a las necesidades de sus hijos, sin que pierdan la salud o la cartera en el camino".
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