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Madrid, 16 ene (EFE).- La incertidumbre por la situación política en Cataluña se ha moderado pero está influyendo en el mercado laboral, el consumo y el turismo en España y, sobre todo, en Cataluña, por lo que servicio de estudios del BBVA mantiene su previsión de crecimiento económico para 2018 en el 2,5 %.
El informe "Situación España", presentado hoy por el BBVA Research, mantiene sus previsiones de crecimiento económico para este año, que ya moderó tres décimas en el anterior estudio presentado en noviembre por el incremento de la incertidumbre generada por el conflicto catalán.
De cara a este año, el servicio de estudios de la entidad mantiene su proyección de crecimiento en el 3,1 % y fija el de 2019 en el 2,3 %, lo que muestra una moderada desaceleración.
Aunque el impacto de la situación en Cataluña parece limitado y en línea con las previsiones, reconoce que distintos indicadores apuntan a que el crecimiento del PIB podría ser ligeramente inferior al observado en el promedio de los últimos tres años, con un alza en el primer trimestre de 2018 de entre el 0,6 % y 0,7 % en tasa trimestral.
El responsable de análisis macroeconómico del servicio de estudios del BBVA, Rafael Doménech, ha señalado que la incertidumbre por la situación en Cataluña "se mantiene alta", aunque "se ha corregido bastante".
Ha asegurado que ha tenido un impacto negativo, aunque moderado, tanto en datos financieros como de actividad en el corto plazo en España y sobre todo en Cataluña, región en la que BBVA Research estima una tasa de crecimiento económico del 3 % para 2017 y del 2,1 % para 2018.
El informe alerta de que si en los próximos meses no se disipa favorablemente la incertidumbre por la situación política en Cataluña o, peor aún, se incrementa, "podría tener un impacto más relevante sobre las decisiones económicas de empresas y familias".
Además de la situación en Cataluña, también influye en su previsión de crecimiento económico para este año la moderación del impulso de la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE), los bajos precios del petróleo, el agotamiento de la demanda doméstica embalsada y el tono neutral de la política fiscal.
Otro de los riesgos para el crecimiento está en la incertidumbre sobre cuándo se presentarán y aprobarán los Presupuestos Generales del Estado para 2018, que puede tener un coste en el PIB si retrasa la implementación de proyectos de inversión, expansión de plantilla o gasto en consumo.
Influyen también los próximos comicios autonómicos y locales, que elevan los riesgos de desviaciones en la regla de gasto.
De cara a este año y el que viene, el servicio de estudios del BBVA prevé que la demanda interna siga siendo el principal soporte del crecimiento, aportando 2,3 puntos de media al crecimiento, mientras que la recuperación de las importaciones limitará la contribución de la demanda externa neta (0,1 puntos).
Dentro de la demanda interna, el consumo privado se ralentizará hasta el 2,2 % este año, mientras que la inversión en maquinaria y equipo se mantendrá en niveles elevados y la destinada a vivienda se consolidará como una de las más dinámicas en los próximos ejercicios.
Por el lado exterior, las exportaciones avanzarán un 4,4 % este año, con un alza media de las ventas de bienes al exterior del 5,2 % y pese a una ralentización del consumo de no residentes hasta el 2,8 %, mientras que las importaciones subirán el 5,6 % de media.
La mejora económica posibilitará, a juicio del BBVA, alzas de la remuneración por asalariado que prevé podrían situarse en el 1,6 % en 2018 y el 2,4 % en 2019, después de haberse mantenido el año pasado sin cambios, unos crecimientos que son "bienvenidos si son consecuencia de mejoras de la productividad".
En este sentido, Domenech ha valorado el alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y ha confiado en que no se traslade al resto de la distribución salarial ni influya en la creación de empleo porque afecta a un reducido porcentaje de trabajadores.
Sí podría afectar al acceso al empleo a determinados colectivos como mujeres, jóvenes, extranjeros, contratados temporales, a tiempo parcial, con menor cualificación, en empresas sin convenio colectivo, pequeñas y en el sector servicios.
Asimismo, estima que, de cumplirse estas previsiones, la tasa de paro se situará en el 13,4 % a finales de 2019, con la creación de 860.000 puestos de trabajo este año y el que viene.
El informe prevé que la inflación se mantenga en los términos actuales para acentuarse a partir del segundo trimestre para cerrar el año en una media del 1,6 %, dos décimas por encima de la estimada hace tres meses, por la revisión al alza del precio de las materias primas.
Además, en los próximos dos años continuará reduciéndose el déficit por el efecto de los estabilizadores automáticos y por la disminución de las prestaciones sociales, así como por la menor carga de los intereses.
Así, se situará en el 2,4 % del PIB en 2018 y en el 1,7 % del PIB en 2019, ligeramente por encima de los objetivos de estabilidad presupuestaria del Gobierno.
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