Beneficios del deporte en la adolescencia: salud, aprendizaje y desarrollo personal

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28/04/2025 - 11:09
Adolescente haciendo skate

Lectura fácil

La adolescencia es una etapa clave en la vida, marcada por profundos cambios físicos, emocionales y sociales. En este proceso, el deporte se presenta como una herramienta poderosa para favorecer un desarrollo integral, reforzar valores y mejorar el bienestar general. Practicar actividad física de forma regular no solo fortalece el cuerpo, sino también la mente, influyendo positivamente en el rendimiento académico y las habilidades sociales.

En un contexto donde el sedentarismo y las pantallas dominan el tiempo libre de muchos jóvenes, fomentar la actividad física se vuelve más necesario que nunca. Ya sea a través de deportes individuales o en equipo, lo importante es moverse, divertirse y crear hábitos saludables que puedan mantenerse en la vida adulta.

El deporte en la adolescencia: mucho más que ejercicio físico

El deporte no solo es fundamental para la salud, sino que también aporta beneficios en el desarrollo académico y emocional de los jóvenes en una etapa que es clave para adquirir habilidades esenciales para la vida. No obstante, según un estudio de la OMS, solo un 20 % de los adolescentes en edad escolar (de 11 a 17 años) realiza el mínimo recomendado de una hora de actividad física al día.

Desde el ámbito de la investigación en ciencias sociales, se ha demostrado que la práctica habitual de actividad física desempeña un papel clave en la autogestión emocional, especialmente entre los adolescentes. Como explica Jonny Cross, director de educación física de The British School of Barcelona, “el ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también potencia la capacidad de gestionar las emociones y el estrés gracias a la liberación de hormonas del bienestar como la serotonina, las endorfinas y la dopamina. Además, fomenta habilidades esenciales como el trabajo en equipo, y la toma de decisiones saludables en el día a día”.

Desatender estos aspectos en la etapa escolar puede influir negativamente en la salud mental, la socialización y la motivación académica futura, por lo que es fundamental fomentar una vida activa desde edades tempranas, con acceso a entrenamientos de calidad, coaching personalizado e instalaciones adecuadas que refuercen su impacto positivo.

Cómo la actividad física impulsa el crecimiento integral de los jóvenes

Más allá del rendimiento físico, el deporte permite a los jóvenes formar equipo, aprender a trabajar en conjunto, y desarrollar su identidad y sentido de pertenencia. Estas experiencias contribuyen a mejorar su autoestima, su habilidad para gestionar relaciones interpersonales y su capacidad para adaptarse en diferentes situaciones.

“La diferencia entre los alumnos que practican alguna actividad física regularmente y aquellos que no lo hacen es clara”, afirma Cross. “Desde el punto de vista físico, los jóvenes que entrenan y participan en deportes de equipo desarrollan mejor sus capacidades motoras, habilidades técnicas y coordinación, lo que se traduce en mayor agilidad, velocidad y fuerza. Además, su familiaridad con el ejercicio les permite desenvolverse con mayor seguridad en otros deportes y actividades físicas”, añade.

Por otro lado, los alumnos deportistas tienden a mostrar una mayor capacidad para resolver conflictos, un enfoque competitivo positivo y una mentalidad orientada a la excelencia, aspectos que pueden reflejarse en su desempeño en otras áreas escolares.

Desde el punto de vista físico, el deporte mejora la resistencia, la fuerza muscular, la coordinación y previene enfermedades como la obesidad, la diabetes o los problemas cardiovasculares. Además, la práctica deportiva fortalece el sistema inmunológico y regula el sueño, aspectos clave para un desarrollo saludable.

En el plano emocional, los adolescentes que se mueven suelen tener mejor autoestima, mayor capacidad para gestionar el estrés y menor riesgo de sufrir ansiedad o depresión. La actividad física libera endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad", que generan una sensación de bienestar inmediata.

A nivel social, enseña a trabajar en equipo, respetar normas, superar desafíos y desarrollar habilidades comunicativas. También favorece la integración y ayuda a construir redes de apoyo entre iguales, algo fundamental durante esta etapa de la vida.

Educación activa: inclusión, motivación y experiencias deportivas

En este contexto, se ha demostrado que el ejercicio físico en las etapas formativas, ya sea a nivel curricular o como actividad extraescolar, promueve el desarrollo y el mantenimiento cognitivo de los estudiantes, manifestándose en un rendimiento académico superior. Por eso, el objetivo es integrar la actividad física en la rutina diaria y fomentar un estilo de vida activo y sostenible en el tiempo. Para ello, es imprescindible adaptar los programas a cada joven. "En BSB tenemos muy claro que la actividad física es para todos y dentro de esta área potenciamos la igualdad y la equidad, proporcionando oportunidades para que cada uno pueda experimentar y encontrar su propio camino", explica el experto.

Entre estas iniciativas destacan las competiciones entre equipos del colegio y con otros colegios, actividades deportivas lúdicas no competitivas a la hora del almuerzo, una variedad de clubes extraescolares que permiten probar distintas disciplinas, o los equipos deportivos federados en todas las categorías, creando así un programa amplio y dinámico que va más allá de las clases de educación física. “Este enfoque holístico permite que cada estudiante encuentre su lugar, ya sea compitiendo, formando parte de un equipo o simplemente disfrutando del juego y la convivencia”, concluye.

Además, los valores asociados al deporte —disciplina, perseverancia, responsabilidad— se trasladan fácilmente al ámbito escolar. Los adolescentes que practican alguna actividad física suelen tener más motivación y confianza, lo que se traduce en una actitud más positiva frente a los retos educativos.

Por todo ello, cada vez más centros educativos apuestan por integrar el deporte en sus programas, no solo como asignatura, sino como una herramienta pedagógica clave para el desarrollo completo del alumnado.

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