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Madrid, 4 dic (EFE).- El Instituto de Estudios Económicos (IEE) defiende que el elevado tipo del impuesto de sociedades y el alto nivel de las cotizaciones "machacan" y actúan "como potentes pisapapeles que oprimen el crecimiento de la masa salarial", ya sea de los salarios o del empleo.
El informe "¿Deben bajar o subir los impuestos en España?", presentado en rueda de prensa por el presidente del IEE, José Luis Feito, defiende que además del impuesto de sociedades y las cuotas a la Seguridad Social deberían bajar los impuestos sobre el patrimonio y sobre los rendimientos de capital.
En opinión de Feito, disminuir la presión fiscal sobre la inversión empresarial (sociedades), el empleo y los salarios (cotizaciones), y el ahorro (patrimonio y capital) es "bueno para los trabajadores, y especialmente para los más humildes".
Frente a estas bajadas, el IEE propone elevar las tasas y precios públicos, algunos impuestos especiales y los tipos de IVA para algunos bienes y servicios.
La bajada del impuesto de sociedades, "en contra de opiniones superficiales muy extendidas", es beneficiosa para los trabajadores porque aumenta la inversión y rebaja las presiones para contener los costes salariales, ha explicado Feito.
Según su estudio, en economías relativamente pequeñas y abiertas como la española, cerca del 60 % de la carga del impuesto de sociedades se traslada a los trabajadores vía contención de los salarios o del empleo, mientras que en el caso de las cotizaciones sociales esa correspondencia es del 100 %.
Ha explicado que para que la disminución de las cotizaciones y la de los impuestos del ahorro sean compatibles con la reducción del déficit y el endeudamiento público, tiene que estar acompañada por una subida de las tasas y precios públicos, así como por una subida de los impuestos especiales y una reducción de los bienes y servicios en tipo reducidos de IVA.
En caso de del IVA ha dicho que el grueso de la reforma debería pasar por eliminar el tipo superreducido, en tanto que en impuestos especiales ha considerado que debería subir el gravamen sobre los hidrocarburos.
Sobre precios públicos ha apuntado a la necesidad de tarificar la red de autovías, de manera que al menos se implementen "peajes blandos" suficientes para quitar al Estado el gasto de mantener las carreteras, lo que podrían suponer una recaudación de entre 2.700 y 6.600 millones.
Al respecto, ha explicado que entre el 20 y el 40 % de los peajes serían pagados por vehículos extranjeros, con lo que además se introduciría alguna reciprocidad respecto a los peajes que los transportistas extranjeros se ven obligados a pagar en Europa.
A su juicio, su propuesta acarrearía un notable aumento de la recaudación porque lo que se pierde con las bajadas es inferior a lo que se ganaría con las subidas, al tiempo que tendría un importante efecto expansivo sobre el crecimiento del PIB y del empleo.
Feito ha explicado que es habitual criticar este tipo de política impositiva por su regresividad, porque "supuestamente" desplaza una mayor proporción de la carga impositiva hacia los grupos de menos renta, lo que entiende como una visión equivocada, ya que los impuestos sobre el consumo no son en modo alguno progresivos y beneficia más a quienes más consumen, que son los de mayor renta.
En este sentido, ha defendido que el aumento de la recaudación podría utilizarse para compensar a los colectivos de menor renta en el IRPF.
En términos generales, ha insistido en que la política impositiva no se puede guiar por la mera comparación con un conjunto de países (UE) "que son más ricos y tienen una realidad económica diferente" y que error viene de querer igualar la media de recaudación europea cuando la renta per cápita es un 8 % inferior.
A su juicio, el único criterio que debería guiar las reformas fiscales es la contribución de dicha política a la corrección de los desequilibrios de la economía, que para Feito son la baja renta per cápita, el desempleo, la dependencia de la deuda externa y el déficit público.
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