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Estados Unidos ha celebrado unas nuevas elecciones a la presidencia en las que Donald Trump optaba a la reelección como presidente frente a Joe Biden, candidato demócrata en los comicios.
Los primeros compases del escrutinio han arrojado una contienda muy disputada, mucho más de lo que preveían las encuestas, que a nivel nacional daban una amplia mayoría al aspirante demócrata Biden, al considerar las elecciones un plebiscito sobre la gestión de Donald Trump con el coronavirus.
EEUU ha vivido una jornada marcada por una afluencia desigual a las urnas, debido a la pandemia, y con colas en los centros electorales de votantes entre la esperanza y la ansiedad, debido al ambiente de fuerte polarización que vive el país.
El peso fuerte de las elecciones lo tienen los más de 100 millones de personas que han votado por correo o de manera anticipada, cuyo conteo de sufragios va camino de retrasarse en estados clave, lo que instalaría al país la incertidumbre por varios días.
Donald Trump se ha arrogado una victoria que no existe aún en las urnas
Además ha amenazado con judicializar el proceso si no se para el recuento de los votos por correo, que le pueden señalar como perdedor.
De este modo, Trump acusó a los demócratas de tratar de “robar” la elección, confesando así inquietud por el resultado, mientras que Biden se mostró optimista con el desenlace pero pidió paciencia.
Los primeros resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos reflejan una batalla muy ajustada con el demócrata Joe Biden y dejan en el aire la presidencia más poderosa de Occidente. El republicano gana en el crucial Estado de Florida con el 94% del voto escrutado, con una diferencia de 3,4 puntos, mucho más holgada que hace cuatro años (1,2 puntos sobre Hillary Clinton). Y, de momento, no ha cedido dos de los territorios en los que el demócrata Joe Biden podía dar el sorpasso (Ohio y Carolina del Norte).
El candidato demócrata se sitúa a la cabeza en Wisconsin y recorta distancias en Michigan y Georgia, tres Estados decisivos
La batalla sigue abierta en tres Estados decisivos, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, donde el conteo durará días. En este último territorio, con el 97% de los votos contabilizados, Biden lleva una distancia de 21.000 votos tras dar la vuelta a las cifras iniciales.
En Michigan, la ventaja del republicano se redujo de cuatro puntos a uno; lo mismo en Georgia, donde la distancia con su rival es de menos de dos puntos.
Nevada, en tanto, ha anunciado que reanudará el cómputo el jueves 5 de noviembre.
Biden se acerca a la victoria en Arizona, ganado por Trump en 2016
Es más, tiene opciones de hacerse con tres territorios pendulares del cinturón industrial (Michigan, Wisconsin y Pensilvania) que resultaron clave hace cuatro años y ahora le pueden aupar a la presidencia.
Todas las miradas están puestas en Pensilvania, con 12 millones de habitantes, que ha recibido tal aluvión de voto anticipado y por correo que puede demorarse hasta el viernes 6 de noviembre en terminar el recuento.
Cada Estado sigue sus propias reglas y en este las autoridades contarán todos los votos por correo que lleguen hasta tres días después de la elección, siempre y cuando estén timbrados antes del día D, es decir, del 3 de noviembre.
Trump llevaba semanas agitando el fantasma del fraude
Donald Trump declaró la guerra al proceso durante una comparecencia en la Casa Blanca. “Nos preparamos para ganar estas elecciones y, de hecho, las tenemos ganadas", aseguró, calificó de “fraude enorme” la demora del recuento de voto por correo y avanzó que llevaría el pleito hasta el Tribunal Supremo, con la mayoría conservadora recién reforzada.
"Vamos a llevarlo al Supremo, queremos que todas las votaciones paren. No queremos que encuentren ningún voto a las 4 de la mañana. Es un momento muy triste. Ganaremos esto. En mi opinión, ya hemos ganado. Quiero dar las gracias a quienes nos han apoyado”, recalcó.
Por su parte, Biden ya indicó que piensa discutir los resultados si pierde. “¡Estamos yendo muy para arriba, pero están intentando robar la elección. Jamás les permitiremos que lo hagan. No se puede votar después de que las urnas hayan cerrado!”, escribió en su cuenta de Twitter. Prácticamente al mismo tiempo, Biden se dirigía a los estadounidenses acompañado de su esposa, Jill. “Se va a tardar en contar los votos, pero vamos a ganar en Pensilvania. Tenemos que ser pacientes para que acabe el recuento. Seguimos en la pelea en Georgia. Nos sentimos muy bien sobre Wisconsin y Michigan. Creemos que estamos en el camino de la victoria. Vamos a ganar esto. Mantengo la fe”, dijo.
Estados Unidos ha celebrado sus elecciones más trascendentales de la historia reciente en medio de una grave crisis sanitaria, económica y social
Los dispositivos de seguridad desplegados estos días en las grandes ciudades dan cuenta del clima de tensión. El propio presidente Trump había alentado la incertidumbre hasta el último momento.
Las ajustadas elecciones de Estados Unidos de este año 2020 han otorgado un especial protagonismo al voto por correo debido a la pandemia de coronavirus. El recuento, que suele tardar bastante en un país de tales dimensiones, se podría retrasar más en esta ocasión debido a un aumento de solicitudes de voto por correo por razones de seguridad. La regulación del voto por correo en EEUU corre a cargo de cada uno de los Estados. La papeleta se puede enviar por correo ordinario o depositar en los buzones especiales que se colocan a lo largo y ancho del territorio. Sin embargo, el método variable por zonas ha suscitado siempre mucha controversia y ha sido acusado frecuentemente de desigual.
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