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Estados Unidos tiene que decidir el próximo 3 de noviembre quién será su nuevo presidente del Gobierno, que bien podría volver a ser Donald Trump. Pero en estos momentos lo que toca es que los electores decidan qué candidatos son los mejores para enfrentarse.
Así, candidatos del partido republicano en paralelo con los demócratas, luchan con sus candidaturas en los senos de sus respectivos partidos para alzarse con la victoria.
A día de hoy, 11 candidatos se debaten en el partido demócrata su primer puesto con el que jugarse la presidencia de Estados Unidos el 3 de noviembre.
Candidatos demócratas
Bernie Sanders (Nueva York, 78 años)
El candidato independiente se postula ya como un veterano de la política estadounidense. Elegido en tres ocasiones como alcalde de Burligton en los 80 y como congresista por Vermont entre 1991 y 2007, se unió al Partido Demócrata en 2015 para presentarse a las primarias, donde cayó ante Hillary Clinton. Estudió Política en la Universidad de Chicago.
Durante la campaña de 2016 logró atraer el apoyo de los votantes millenials gracias a sus iniciativas legislativas de marcado carácter social, como la cobertura sanitaria universal, la matrícula gratuita en las universidades públicas o el aumento de los impuestos para los más ricos.
Pero el pasado mes de octubre, Sanders sufrió un ataque al corazón y esto podría restarle apoyos en su carrera hacia la Casa Blanca.
Elizabeth Warren (Oklahoma, 70 años)
Senadora por Massachusetts desde 2012 y profesora de Harvard, cuenta con experiencia en derecho financiero y ayudó a establecer la Oficina de Protección Financiera del Consumidor durante la administración de Obama.
Estuvo en las filas del Partido Republicano hasta 1996, cuando se registró como demócrata. Sería la gran favorita de la izquierda desde que exigió regulaciones más duras sobre el sector financiero tras la dura crisis económica de 2008.
Warren quiere crear un impuesto para las grandes fortunas, está a favor del derecho al aborto y a la asistencia sanitaria universal, y a que se condone la deuda de los estudiantes universitarios. Con estas propuestas, la candidata se ha colado en el tercer puesto.
Michael R. Bloomberg (Massachusetts,77 años)
Bloomberg fue alcalde de Nueva York entre los años 2002 y 2013, período en el que recibió duras críticas por la represión policial contra la población afroamericana. Según la revista Forbes, posee una de las mayores fortunas de Estados Unidos gracias a su empresa de medios Bloomberg L.
Está a favor del control de las armas, de la lucha medioambiental y de la inmigración, a la que no ve como "una amenaza a Estados Unidos".
Llama la atención que haya decidido no recibir donaciones para su campaña electoral. Según él, solo utilizará dinero de su propio bolsillo. Esto no le permite participar en los debates televisivos, que eligen a los candidatos por el dinero recaudado, pero está invirtiendo en publicidad nacional con sus propios recursos.
Joe Biden (Pensilvania, 77 años)
Al igual que Sanders, este candidato demócrata se presenta como un veterano político. Fue senador de Delaware durante tres décadas, para después dar el paso como vicepresidente durante el mandato de Barack Obama en 2009. Ha iniciado la carrera hacia la presidencia dos veces.
Blanco y católico, ha sido señalado como favorito en las encuestas para los votantes más moderados o de mayor edad. Tiene como objetivo recuperar la clase media estadounidense, que la matrícula de las universidades públicas sea gratuita y fortalecer el apoyo económico para los trabajadores de bajos ingresos en industrias como la de la comida rápida. En su contra, sin embargo, está su apoyo a la guerra de Irak.
Tulsi Gabbard (Samoa Americana, 38 años)
Gabbard, junto a Buttigieg, es una de las candidatas más jóvenes. De ascendencia polinesia, es congresista por el estado de Hawái, la primera hindú en llegar el Capitolio y veterana de la guerra de Irak. Durante las elecciones de 2016, apoyó a Bernie Sanders como candidato a la presidencia.
Gabbard destaca por sus duras críticas a las políticas intervencionistas en el exterior y por estar a favor del control de armas y de la lucha contra el cambio climático. A pesar de esto, su popularidad se ha visto afectada por oponerse en el pasado al colectivo homosexual a través de la Alianza por el Matrimonio Tradicional -algo por lo que ya se ha disculpado públicamente- y por reconocer en 2017 que mantuvo una reunión con el presidente de Siria Bashar al-Assad, acusado de usar armas químicas contra civiles.
Precandidatos republicanos
Aunque inicialmente eran varios precandidatos, por el momento solo quedan en pie dos; el actual presidente y uno de sus mayores opositores dentro del Partido Republicano:
Donald J. Trump (Nueva York, 73 años)
El actual presidente de los Estados Unidos vuelve a presentarse por el partido conservador. Entre sus muchas ocupaciones, destaca por ser empresario inmobiliario y multimillonario, expresentador del programa 'El aprendiz' y graduado en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pennsylvania.
Continúa con su estilo agresivo y alardea de los resultados económicos obtenidos durante su mandato, como la baja cifra de desempleo o el recorte impositivo radical, que benefició principalmente a empresas e inversores ricos. Se ha centrado en deshacer las políticas de Obama, como el sistema de atención médica, la inmigración o la regulación sobre el medio ambiente, siendo estas aún parte de su estrategia de campaña.
El presidente se ha enfrentado a múltiples investigaciones legales y juicios políticos, como el impeachment o la posible intervención rusa en la victoria de Trump durante las elecciones de 2016, si bien recientes informes no han encontrado evidencias de ello.
William F. Weld (Nueva York, 74 años)
Weld fue gobernador de Massachusetts en los años 90 y ocupó un puesto en el Departamento de Justicia durante el mandato de Reagan. Abandonó el Partido Republicano en 2016, uniéndose al Partido Libertario, pero ha regresado a las filas republicanas en 2019 para enfrentarse a Dondald Trump.
El candidato desafió al presidente durante las elecciones de 2016 por su propuesta de deportación de inmigrantes, lo que le sitúa en una posición mucho más moderada dentro del Partido Republicano y como firme opositor de su adversario político.
Asimismo, está a favor del libre comercio, de una reforma moderada del problema migratorio y ha respaldado los primeros pasos para la legalización de la marihuana.
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