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Las situaciones extremas de calor continúan en todo el territorio español, lo que cada vez hace menos llevadero el pasar de las horas. Pues bien, este hecho no solo afecta a la sociedad en sí, sino a las energías renovables, las cuales pierden su eficacia a medida que siguen aumentando los termómetros.
En la actualidad, son tres las energías que más se ven afectadas: la hidráulica, la eólica y la solar fotovoltaica.
Una situación que también se extiende en el periodo estival
La ola de calor está dejando a nuestro país sin recursos de todo tipo, sobre todo energéticos, los cuales son cada vez inferiores. Y sí, la grave situación de calor que se vive en la actualidad no solo afecta a nuestros ecosistemas, fauna y sociedad, sino a las energías renovables, las cuales pierden su eficacia a medida que aumentan las temperaturas. Esta situación también ocurre durante el periodo estival.
A pesar de estos periodos de calor, no quiere decir que este tipo de fuentes no contribuyan a uno de los principios básicos de la Unión Europea: la consecución de los objetivos de descarbonización, aunque sí es cierto que pierden su eficacia a medida que aumentan los grados.
Entre las energías renovables que más eficacia pierden se encuentran la hidráulica, la eólica y la solar fotovoltaica, ambas afectadas por las consecuencias medioambientales relacionadas con las olas de calor.
Las energías renovables, cada vez más damnificadas
En la actualidad podemos observar cómo el fuego y las altas temperaturas hacen de nuestro país un territorio cada vez más deteriorado. A ello se le suma la pérdida de eficacia de las energías renovables y verdes, sobre todo la hidráulica, la eólica y la solar fotovoltaica, las cuales se vuelven más vulnerables a medida que aumenta el calor extremo.
En el caso de la energía eólica, es una de las más damnificadas durante las fases de calor. En general, estos procesos suelen ir acompañados de una calma atmosférica que termina en condiciones pésimas, por ejemplo, en el hecho de que sople menos el viento. De hecho, en las últimas semanas se han viralizado vídeos donde se pueden ver multitud de molinos parados a pesar de soplar el viento.
El director general de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Virgilio Márquez, asegura que esto no se relaciona con ninguna razón “maquiavélica”, sino al mantenimiento preventivo, las condiciones ambientales adversas, el ruido o al mantenimiento preventivo.
Otro motivo relacionado es la falta de un sistema de almacenamiento de energía a gran escala que permita almacenar la energía, lo que obliga a realizar paradas de funcionamiento debido a las restricciones.
El nivel de agua embalsada en España es preocupante
Por estos motivos, sobre todo en verano, es muy complicado presenciar aperturas en las compuertas de los embalses para generar energía, lo que hace que la producción hidráulica sea cada vez menor.
El nivel de agua embalsada en España se sitúa en uno de los estados más preocupantes desde comienzos de siglo, tanto que su capacidad se encuentra al 44,4 %, una cifra bastante grave que produce el aumento de las sequías.
Con ello, las compañías eléctricas también se ven afectadas, ya que reducen su producción hidroeléctrica debido a la falta de lluvias, lo que pone en riesgo a las energías renovables.
En último lugar, la energía solar fotovoltaica también se suma a los peligros actuales del calor con las energías renovables. En términos generales, el hecho más preocupante se centra en la pérdida de rendimiento de calor en los módulos, es decir, el coeficiente térmico.
En definitiva, este tipo de energía también se ve gravemente afectada, lo que pone en alerta a las empresas tecnológicas y energéticas para poder solventar la situación y evitar así la desaparición de unas fuentes tan necesarias.
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