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Que el cambio climático es una amenaza real para el planeta no es ninguna novedad. No obstante, sus terribles consecuencias nos afectan a todos, muchos de los efectos del calentamiento global pueden incidir directamente en nuestra salud.
Por este motivo, debemos alzar la voz contra la falta de acción por parte de los gobiernos. Esta inactividad repercute directamente en la calidad del aire, en el acceso al agua potable, en la producción de alimentos y, también, en la posibilidad de tener una vivienda digna.
Y no solo eso, el cambio climático hace que aparezcan numerosas enfermedades.
Todo lo que está sufriendo nuestro planeta deriva también en forma de enfermedades que afectan directamente a nuestra salud
Sabemos que las principales enfermedades que provoca el cambio climático son las respiratorias, como alergias, neumonías o cáncer de pulmón. Tanto es así que el cambio climático está ya considerado por los expertos como “el nuevo tabaco”.
Según datos de la OMS, la contaminación del aire es la responsable de alrededor de 7 millones de muertes que hay al año en el mundo. De ellas, el 25 % corresponden a enfermedades del corazón y el 24 % a ictus.
Además, según un reciente estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, el cambio climático también puede provocar otro tipo de patologías como las neurológicas, concretamente el Parkinson y el Alzheimer.
El calentamiento global es una amenaza para la salud del ser humano
Existen muchos factores medioambientales que pueden poner en riesgo nuestra salud y nos hacen más vulnerables frente a otras afecciones.
- Las partículas en suspensión que proceden de residuos de animales o vegetales convertidas en ceniza, hollín y polvo.
- El ozono, componente principal de la niebla fotoquímica, también es uno de los factores más contaminantes del aire.
- La combustión de materias que tienen azufre y provocan dióxido de azufre, también es responsable de numerosas hospitalizaciones por problemas cardíacos agudos.
Naciones Unidas habla del impacto humano en el medio ambiente, es nuestra actividad la que ha influido en el desarrollo de los gases de efecto invernadero. Por ejemplo:
- La quema de combustibles fósiles genera dióxido de carbono que afecta negativamente sobre la capa de ozono.
- La tala de árboles rompe el equilibrio del planeta al impedir que estos puedan transformar el dióxido de carbono en oxígeno.
- El uso de productos químicos, debido a componentes como el óxido de nitrógeno, daña el suelo.
La pérdida de biodiversidad favorece la transmisión de patógenos, los cuales son los principales detonadores de enfermedades como:
- Dengue
- Paludismo o malaria
- Cólera
- Diarrea
- Desnutrición
- Estrés térmico
- Hipotermia
- Asma
- Tracoma (infección ocular que causa ceguera)
- Afecciones cardiacas y respiratorias
Asimismo, la OMS alerta sobre la relación entre algunas enfermedades y el calentamiento global:
- Asma. Debido a que el incremento de la temperatura altera los niveles y el reparto estacional de las moléculas aéreas naturales, como el polen.
- Enfermedades por el uso de agua en el mal estado.
- Paludismo. Si para acceder a agua es necesario desplazarse, acarrearla y almacenarla, se incrementa la amenaza de su contaminación o el riesgo de ser un semillero de mosquitos transmisores de este tipo de dolencias.
- Malnutrición. Los cambios en el ciclo de lluvias y sequías influye sobre las cosechas y agrava la inseguridad alimentaria.
- Estrés térmico o hipotermia. Ocasionado por las modificaciones meteorológicas tan fuertes a corto plazo.
Ante los graves problemas que puede ocasionar el cambio climático sobre nuestra salud, la OMS plantea una línea de acción que incluya un fortalecimiento de los sistemas sanitarios de cada país, de tal manera que sean capaces de prevenir los efectos del calentamiento global y de paliar los puntos débiles de cada sistema.
Aun así, matiza también que la sensibilización es la clave, y que las acciones individuales pueden marcar una enorme diferencia. Todos podemos frenar el aumento de enfermedades por cambio climático. Debemos acostumbrarnos a utilizar el transporte público o, mejor aún, a ir a pie o en bicicleta, así podemos contribuir a reducir los 4 millones de muertes que provoca la contaminación atmosférica en el mundo. ¿Por qué esperar a actuar cuando puedes comenzar ya mismo?
Es muy importante que cuides el planeta con acciones que pueden mejorar tu salud. Y tú, ¿cómo cuidas a la Tierra?
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