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Cerca del 90 % de las enfermeras enfrenta problemas psicológicos debido a la presión asistencial, y el 23 % requiere una baja laboral debido a la sobrecarga, según el Estudio sobre el impacto de la presión asistencial en la profesión enfermera presentado el lunes en Madrid por el Consejo General de Enfermería (CGE).
En rueda de prensa, el CGE denunció que la carga asistencial que padecen las enfermeras en España desde hace años es "insostenible". Más del 95 % de los profesionales considera que su carga de trabajo es elevada o excesiva, y el 88,3 % asegura que esta presión afecta significativamente a su bienestar psicológico.
Empeoramiento de las condiciones laborales de las enfermeras
Este estudio, realizado entre casi 10.000 enfermeras y enfermeros, revela que las condiciones laborales han empeorado en comparación con hace dos años. De hecho, Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, destacó que en 2024 la situación está incluso peor que antes de la pandemia.
Estos resultados coinciden con otras cifras recientes que señalan la falta de 123.000 sistentes sanitarias en España para alcanzar las ratios europeas necesarias para una atención adecuada a los pacientes.
Consecuencias emocionales y de salud mental
Según la encuesta, el 56,1 % de las enfermeras considera que su situación laboral ha empeorado desde la pandemia, un dato alarmante para el CGE. Pérez Raya expresó su preocupación por la falta de atención por parte de las administraciones a los profesionales, a pesar de los esfuerzos realizados durante la crisis sanitaria.
En cuanto al volumen de trabajo, las asistentes sanitarias lo califican con un 8,62 sobre 10, siendo los sectores sociosanitario (8,91) y de hospitalización (8,81) los que tienen las puntuaciones más altas.
El estudio también resalta las graves consecuencias emocionales para las enfermeras. El 88,3 % afirma que la presión laboral afecta su salud mental, con un 86,1% sufriendo estrés, un 66,6 % ansiedad, un 60 % insomnio y un 27,2 % depresión.
Mecanismos de prevención
Estas cifras preocupan profundamente al CGE, que insiste en la necesidad de implementar mecanismos preventivos para evitar que los profesionales lleguen a estos extremos. La vicepresidenta del CGE, Raquel Rodríguez Llanos, enfatizó que la prevención debe ser la prioridad, y no esperar a tratar los problemas cuando ya se han manifestado.
El informe también destaca que el 23 % de las cuidadoras de la salud ha tenido que pedir una baja laboral por problemas derivados de la carga emocional, un aumento significativo respecto al 16,5 % de 2022. Rodríguez Llanos advirtió que esto supone un gran coste para el sistema de salud y aumenta la sobrecarga para los demás profesionales.
Situación crítica
El 63,1 % de las encuestadas ha necesitado ayuda psicológica, aunque solo el 37,8 % ha tenido acceso a ella. Como resultado, un 60 % de las asistentes sanitarias han considerado abandonar la profesión, un porcentaje mucho mayor que el 46,5 % registrado en 2022.
Pérez Raya concluyó que la situación es "grave e insostenible", señalando que es muy doloroso ver cómo tantas enfermeras se plantean dejar su profesión debido a la falta de apoyo, especialmente cuando es evidente que los responsables políticos no han tomado las medidas necesarias para mejorar sus condiciones laborales.
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