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La epanadiplosis es una figura literaria que se basa en repetir una palabra o frase al principio y al final de una oración o verso. Esta repetición sirve para enfatizar una idea, dar coherencia al discurso o lograr un efecto estilístico particular. También es conocida como anadiplosis o epanástrofe, aunque estos términos tienen el mismo concepto.
¿Qué es la epanadiplosis?
La epanadiplosis es una figura retórica que consiste en la repetición de una palabra o conjunto de palabras al comienzo y al final de una frase, verso o cláusula. Esta repetición no solo resalta una idea o concepto, sino que también le otorga un ritmo particular al texto, contribuyendo a su musicalidad.
Esta figura retórica puede crear un sentido de circularidad en el discurso, lo que implica que la frase, al cerrarse con las mismas palabras con las que comenzó, da la sensación de completarse a sí misma. Este recurso es muy utilizado en la poesía y en la oratoria, ya que le otorga una gran carga expresiva y hace que el mensaje sea más memorable para el lector o el oyente.
Además de epanadiplosis, a esta figura se le conoce también por otros términos como anadiplosis o epanástrofe, aunque sus significados son muy similares y la diferencia radica en algunos matices sutiles de uso en diferentes contextos lingüísticos.
Enfatizar un término de la oración
Una de las principales funciones de la epanadiplosis es la enfatización de un término. Al repetir una palabra al principio y al final de una oración, se resalta la importancia de esa palabra y la idea que está asociada con ella.
Esta repetición tiene el poder de atraer la atención del receptor hacia el concepto central que se quiere transmitir, asegurando que no pase desapercibido.
Este recurso también crea un sentimiento de cohesión en el discurso, ya que une el principio y el final de la frase en torno a una misma palabra o idea, proporcionando una estructura cerrada que puede dar una sensación de completitud.
Además, la epanadiplosis tiene la capacidad de aportar ritmo y musicalidad al texto, lo que la convierte en un recurso frecuente en la poesía. La repetición de palabras no solo sirve para enfatizar un concepto, sino que también establece una cadencia que puede resultar atractiva y emocionalmente evocadora para el lector.
¿Cuándo se recurre a este elemento estilístico?
Este uso estilístico es especialmente eficaz cuando se busca transmitir sentimientos profundos o crear un tono melancólico, nostálgico o incluso dramático.
Uno de los ejemplos más conocidos de epanadiplosis lo encontramos en la obra de Federico García Lorca, quien en su poema Romance del verde que te quiero verde utiliza la famosa frase "Verde que te quiero verde". La repetición de "verde" al principio y al final del verso enfatiza el color y le da un carácter simbólico relacionado con la naturaleza y el deseo.
Otro ejemplo claro es el de Gustavo Adolfo Bécquer, quien en su poema Rima LIII emplea la estructura epanadiplósica en los versos "Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar". La repetición de "volverán" refuerza la idea de retorno y pérdida, un tema central en la obra de Bécquer.
Jorge Luis Borges también utiliza esta figura retórica en su poema La luna, la invocada luna, donde la repetición de "luna" al principio y al final del verso subraya la importancia de este símbolo en la construcción de la obra.
En la poesía de Rubén Darío, podemos encontrar otro ejemplo en Margarita, con el verso: "Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar... tu acento, Margarita, está linda la mar", que refuerza tanto la belleza del mar como la presencia de la amada.
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