Nuevos biomarcadores para predecir la progresión de la discapacidad en la esclerosis múltiple

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09/10/2024 - 14:30
Nuevos biomarcadores para la esclerosis múltiple

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En los últimos días se han identificado biomarcadores esenciales que podrían predecir el avance de la discapacidad en la esclerosis múltiple (EM), según un estudio presentado en ECTRIMS 2024. Esta investigación innovadora tiene el potencial de cambiar las estrategias de tratamiento para millones de pacientes con EM, permitiendo desarrollar enfoques más personalizados y eficaces.

Biomarcadores para el deterioro de la discapacidad en la esclerosis múltiple

Un grupo de investigadores ha descubierto varios biomarcadores clave que podrían ayudar a predecir el deterioro de la discapacidad en pacientes con esclerosis múltiple. Este estudio observacional, liderado por Enric Monreal del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria, se llevó a cabo en trece hospitales de España e Italia y fue presentado en la reunión anual del Comité Europeo para el Tratamiento y la Investigación de la Esclerosis Múltiple (ECTRIMS).

Los hallazgos tienen el potencial de revolucionar los tratamientos para millones de personas con esclerosis múltiple, permitiendo la creación de enfoques terapéuticos más adaptados a cada paciente, según indica un comunicado de ECTRIMS.

La discapacidad en la esclerosis múltiple puede surgir por dos mecanismos principales. El primero es el empeoramiento asociado a la recaída (RAW), que se produce por un aumento gradual de la discapacidad debido a una recuperación incompleta tras una recaída. El segundo mecanismo es la progresión independiente de la actividad de recaída (PIRA), que implica un deterioro gradual de la discapacidad sin estar relacionado con recaídas.

¿Cómo se ha realizado la investigación?

El equipo de investigación ha encontrado que niveles elevados de la proteína sNfL en sangre, que señala daño en las células nerviosas, pueden predecir tanto el empeoramiento asociado a recaídas (RAW) como la progresión independiente de la actividad de recaída (PIRA) desde el inicio de la enfermedad.

Además, los altos niveles de la proteína sGFAP, que aparece en la circulación sanguínea en situaciones de lesión o inflamación del sistema nervioso central, están relacionados con la PIRA en pacientes que presentan niveles bajos de sNfL.

En el estudio se examinaron muestras de sangre de 725 pacientes durante el primer año tras el diagnóstico. Según Monreal, “la identificación de sNfL y sGFAP como biomarcadores predictivos nos permite optimizar las estrategias de tratamiento para los pacientes con esclerosis múltiple de manera más efectiva”.

Resultados en pacientes

Los pacientes que presentaban bajos niveles de los biomarcadores sNfL y sGFAP mostraban un pronóstico favorable y podían beneficiarse de tratamientos estándar modificadores de la enfermedad (DMT), ya sean inyectables u orales.

En contraste, los niveles elevados de sNfL sugieren la necesidad de utilizar tratamientos de alta eficacia para evitar el deterioro de la discapacidad.

Asimismo, aquellos con altos niveles de sGFAP y bajos de sNfL podrían requerir enfoques terapéuticos alternativos, según lo indicado por el investigador. Estas diferentes trayectorias en la evolución de la esclerosis tienen, según Monreal, "implicaciones terapéuticas importantes".

Los tratamientos actuales se centran principalmente en el sistema inmunitario adaptativo periférico y no impactan en la inmunidad del sistema nervioso central.

Identificar a los pacientes con niveles elevados de inflamación periférica es esencial para prevenir la discapacidad y mejorar los resultados clínicos. Los hallazgos del estudio resaltan la necesidad de personalizar los tratamientos para abordar de manera efectiva las necesidades de las millones de personas afectadas por la esclerosis en todo el mundo, muchas de las cuales enfrentan discapacidad crónica.

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