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La última semana de junio se despidió con la primera ola de calor del verano 2023 y esta situación nos ha dado de bruces con una realidad que parece que no queremos ver, la sequía que asola al país y que cada vez es más grave.
El Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copérnicus, dio alerta de los récord de calor y sequía en toda Europa, alertando de que este año podría ser aún peor.
"Europa ya vivió el segundo año más cálido desde que hay registros y debido a las olas de calor extremas de los meses estivales, el sur de Europa registró el mayor número de días con 'estrés térmico muy fuerte' jamás registrado", alertaba el sistema.
La sequía, el grave problema que pone en foco a España
Los próximos meses pintan mal, porque el problema de la sequía se va a mantener. Según datos del Observatorio Europeo de la Sequía (EDO), los primeros 10 días de junio dejaron ver como la situación de la península ibérica es crítica. Durante este periodo de tiempo, el 60 % del territorio mantuvo la alerta.
Las pocas lluvias y las temperaturas altas desde el otoño de 2022, no han dejado a España con un panorama hidrológico bastante grave si se compara con el resto de Europa.
Y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) deja claro en su último informe que España vive la peor sequía de la UE, quedando situado entre los tres estados con mayor estrés hídrico, detrás de Corea e Israel.
Pero no solo eso, sino que el panorama es aún más desalentador, pues España será el país de la UE con más problemas hídricos el periodo que va desde el 2026-2055.
Asimismo, la OCDE opina de la agricultura que "España tiene uno de los niveles más altos de estrés hídrico entre los países de la OCDE, y es probable que el cambio climático reduzca la precipitación media anual y aumente la frecuencia de sequía agudas".
Por otro lado, la OCDE también expone que, "la gestión del agua es uno de los principales retos medioambientales para España, ya que el sector agroalimentario representa más del 80 % del uso del agua. El problema del agua se ve agravado por la sobreexplotación en algunas regiones, el bombeo ilegal de aguas subterráneas y la menor disponibilidad debida a las sequías", añade.
Su informe reclama al Gobierno que se utilicen "incentivos económicos, regulatorios y de gobernanza existentes para abordar el desafío y la urgencia de las presiones hídricas de la agricultura y su capacidad de adaptación al cambio climático".
Asimismo, también quiso nombrar la crítica situación que se vive en Doñana con las extracciones ilegales de agua y la contaminación agrícola que toca al Mar Menor.
Es por ello que reclaman al Gobierno medidas firmes para reducir las extracciones ilegales de agua, buscando la sensibilización de agricultores, explicándoles en tella el riesgo que existe para los acuíferos y su extracción de agua para riego.
La contaminación surge de las malas prácticas
España no cumple los compromisos con emisiones de amoníaco y gases de efecto invernadero, y una de las grandes causas es el crecimiento sin control de la cabaña porcina.
OCDE denuncia que en el país, "alrededor del 20 al 35 % de las masas de agua subterráneas y superficiales están en riesgo de contaminación difusa por malas prácticas agrícolas".
Asimismo, la sequía se ve agravada por el uso de fertilizantes, y es que según su informe "la contaminación por estos nutrientes está deteriorando la calidad de las aguas subterráneas y superficiales de España, aumentando los ya altos niveles de estrés hídrico y amenazando ecosistemas importantes".
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