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El esquema Ponzi es una forma de estafa en la que un estafador atrae nuevos inversores a un negocio prometiendo altos rendimientos. En lugar de invertir el dinero, lo utiliza para pagar a inversores anteriores, creando una jerarquía piramidal donde los primeros reciben más dinero.
Según Pablo Aguirre, profesor de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid, el esquema Ponzi implica atraer inversores con promesas de altos rendimientos en poco tiempo. Los inversores confían en que su dinero será invertido adecuadamente para obtener esas ganancias. Sin embargo, el estafador en realidad no invierte el dinero, sino que lo retiene para sí mismo, utilizando una parte de las inversiones más recientes para pagar intereses a los inversores anteriores. Este ciclo se mantiene para ocultar la estafa y atraer nuevos inversores.
El esquema Ponzi, la trampa del lucro fugaz
“Los primeros inversores que van cobrando alguna cantidad de dinero lo reinvierten y, además, sin saberlo, actúan como ‘cebo’ y convencen a amigos y familiares para que también aporten dinero”, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La Guardia Civil señala en su página web que este sistema depende del constante aumento de víctimas para seguir operando.
Este esquema recibe su nombre de Carlo Ponzi, quien perpetró una estafa masiva en Estados Unidos en la década de 1920. Prometió a miles de personas altos rendimientos mediante inversiones en sellos postales internacionales. En lugar de comprar los sellos, utilizó el dinero de los nuevos inversores para pagar a los primeros. Al principio, el esquema cumplía con las promesas, pero solo mientras llegaban nuevos inversores para alimentar la estafa.
Diferencia entre estafa piramidal y el esquema
Según María Gutiérrez, profesora de Economía Financiera de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), el esquema Ponzi es una variante de la estafa piramidal.
La distinción entre la estafa piramidal convencional y el esquema Ponzi radica en que, en las estafas piramidales, los nuevos inversores no solo deben invertir dinero, sino también reclutar a nuevos miembros para obtener ganancias, según la información proporcionada por la web del Banco Santander.
Además, añade que “el esquema piramidal tiende a colapsar rápidamente”, ya que necesita un crecimiento exponencial en el número de participantes para mantenerse. Por otro lado, los esquemas Ponzi pueden perdurar más tiempo con un número relativamente menor de nuevas víctimas si logran que la mayoría de los participantes reinviertan sus fondos.
La caída de Forum Filatélico y Afinsa
Forum Filatélico y Afinsa, dos empresas dedicadas al negocio de sellos en España, protagonizaron un ejemplo de estafa piramidal. Prometían a los clientes rendimientos muy superiores a los ofrecidos por los bancos, argumentando que el aumento en el capital invertido se debía a la revalorización de sellos en el mercado de la filatelia.
El 9 de mayo de 2006, estas dos entidades fueron intervenidas judicialmente tras descubrirse un fraude piramidal. Después de funcionar durante aproximadamente 30 años, dejaron a cerca de 300.000 personas afectadas, quienes fueron estafadas en conjunto por más de 3.000 millones de euros. Hasta la fecha, estas personas aún no han recuperado completamente sus pérdidas.
Consejos clave para evitar estafas
La Comisión Nacional del Mercado de Valores advierte que para prevenir caer en una estafa de esquema Ponzi o piramidal, es prudente desconfiar de rendimientos excesivamente altos en comparación con los ofrecidos por el mercado. Además, aconseja no fundamentar las decisiones de inversión exclusivamente en la confianza o recomendaciones de amigos o familiares, ya que lo que puede ser beneficioso para un inversor podría no serlo para otro, considerando sus circunstancias personales y financieras únicas.
La estafa piramidal y el esquema Ponzi son atractivos fraudes financieros debido a sus promesas de altos rendimientos que superan lo ofrecido por otras entidades, lo cual debería generar desconfianza sobre su veracidad. Operan atrayendo a nuevos inversores para que aporten fondos, los cuales se utilizan para financiar los intereses de los inversionistas anteriores y del estafador mismo.
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