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El Gobierno presentó en el Consejo de Ministros el proyecto del Real Decreto de Evaluación, Promoción y Titulación en el que se regula la evaluación, promoción y titulación en la Educación Primaria, Secundaria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional (FP). En este se plantea la suspensión de los exámenes de recuperación de los cursos de la ESO desde este mismo curso (2021-2022).
Los exámenes de recuperación de la ESO desaparecen
Si bien la intención del ministerio era dar la opción a las Comunidades Autónomas de suprimir estos exámenes a lo largo de la ESO durante este curso para que fuese obligatoria a partir del siguiente, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, ha decidido eliminarlos desde este mismo curso. La aplicación se ha llevado a cabo después de que el Consejo de Estado considerara que dejar la elección de la supresión de exámenes de recuperación en cada región solo generaría desigualdades.
El decreto del Gobierno también dispone que la evaluación en la ESO será "continua, formativa e integradora". Además, tal y como ocurre en Primaria, los profesores serán los que decidan acerca de la promoción y titulación de los estudiantes durante una convocatoria de evaluación realizada a final de curso.
Así, los alumnos de la ESO podrán pasar de curso si el equipo docente del centro donde estudia considera que, a pesar de no haber superado los exámenes, la naturaleza de las materias "les permite seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tienen expectativas favorables de recuperación y que dicha promoción beneficiará su evolución académica".
El real decreto indica que promocionarán los estudiantes que hayan superado las materias o ámbitos cursados o tengan evaluación negativa en una o dos asignaturas.
Los alumnos de Bachillerato podrán pasar de curso con dos suspensos y obtener el título con uno
Por otro lado, el Ministerio de Educación también se ha referido a los dos cursos de Bachillerato, donde su evaluación será "continua y diferenciada según las distintas materias". También explica que los estudiantes pasarán de primero a segundo de Bachillerato siempre que hayan superado las materias cursadas o tengan evaluación negativa en dos asignaturas como máximo.
No obstante, aquellos que hayan pasado de curso con dos suspensos, deberán matricularse de las materias pendientes del curso anterior y serán los propios centros los que tendrán que establecer los exámenes de evaluación para estas asignaturas.
Del mismo modo, los alumnos podrán conseguir el título de Bachillerato con una asignatura suspensa, siempre que se cumplan estas condiciones:
- Que el equipo docente considere que el alumno ha alcanzado los objetivos y competencias.
- Que no se hayan producido faltas de asistencia continuadas y no justificadas en la asignatura suspendida.
- Que el alumno se haya presentado a los exámenes y realizado todas las pruebas necesarias para la evaluación.
- Que la media aritmética de las notas obtenidas en todas las materias de la etapa sea igual o superior a cinco.
Reacciones a la medida
Por el momento, Madrid, Andalucía, Galicia, Castilla y León y Murcia se oponen al texto porque "rebaja la exigencia" y "desconcierta a los docentes" y tratarán de no aplicarlo dentro de los márgenes legales, tal y como recoge El Mundo, que amplía que la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, defiende esta decisión debido a que el 30 % de los alumnos de 15 años al menos ha repetido una vez de curso y "las tasas de abandono escolar vienen engrosadas por este porcentaje de alumnado". Es por eso que apuesta por un sistema "basado en la confianza en los profesores", la "evaluación continua" y "el trabajo colaborativo de los equipos docentes".
Por su parte, la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE), también se opone a estas reformas. "Envía un mensaje contrario a la cultura del esfuerzo, del rigor, y del mérito en el que la ausencia de incentivos para lograr la excelencia académica resulta desmotivadora para el profesorado y el alumnado. Además, la decisión de promoción no recae en un especialista de área, sino que se diluye en el equipo docente y puede generar controversia en los claustros porque, de alguna manera, esta medida menoscaba el principio de autoridad académica del propio profesorado".
La ministra defiende que "la cultura del esfuerzo no corre ningún riesgo con esta nueva norma". "Se promueve un esfuerzo basado en la motivación, no en el castigo", ha dicho Alegría, en relación a la supresión de exámenes de recuperación.
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