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Un radar mal reconfigurado multó por error a un total de 2.527 conductores entre el pasado 26 de agosto y el 9 de septiembre. El cinemómetro del que hablamos está ubicado en el kilómetro 508.100 de la N-330, en Zaragoza dirección Huesca. Se trata de una información publicada por La Vanguardia, que ha sido confirmada por el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Se modificó la velocidad en este tramo pero el radar no se reajustó
Al parecer, el origen del problema estaría en la reducción de la velocidad máxima en carreteras convencionales. Así lo ha explicado el jefe provincial de Tráfico en Zaragoza, José Antonio Mérida.
Y es que el pasado 29 de enero la velocidad se bajó a 90 km/h, pero solo en aquellas vías con un único carril en cada sentido sin separación, que son las que presentan un mayor número de accidentes mortales. En el resto se puede mantener el límite anterior de 100 km/h, como es el caso que aquí nos ocupa (tiene doble carril en ambos sentidos y están separados por una mediana).
Por error, el radar que controla la velocidad en ese punto fue recalibrado a 90 km/h. Así las cosas, aunque una señal vertical permite circular a 100 km/h, multó a miles de conductores que superaron esa cifra sin sobrepasar la legalmente establecida para ese tramo.
Los ciudadanos denunciaron lo ocurrido
“Fueron las indicaciones de ciudadanos a través de llamadas y alegaciones escritas las que permitieron detectar la incidencia”, explican fuentes del centro Estrada. En este sentido, aseguran haber sobreseído todos los expedientes. Ahora, si algún conductor ya abonó la multa, deberá solicitar la devolución del importe.
A todo esto, la DGT en su web se puede pedir la devolución de una sanción económica si se identifica alguna anomalía o incidencia sujeta a reclamación. Todo el que quiera hacerlo, debe rellenar el correspondiente impreso y entregarlo, junto con el justificante del pago y la copia de la resolución del recurso o reclamación, en cualquier Jefatura u Oficina de Tráfico o bien telemáticamente a través de registro electrónico.
Un error garrafal en beneficio de la Administración
Por suerte o por desgracia, la verdad es que la Administración habría recaudado 252.700 euros con este fallo.
Muchos no lo saben, pero los radares todavía no hacen mediciones exactas de la velocidad a la que circulan los vehículos, así que la DGT aplica un margen de error antes de hacer saltar el cinemómetro para cazar a un conductor que circula por encima del límite permitido.
Esto significa que cuando la velocidad máxima permitida es inferior a 100 km/h el cinemómetro debe saltar cuando se sobrepasa en 7 km/h y cuando el límite es superior a los 100 km/h debe activarse cuando la velocidad es un 7 % superior a la establecida para esa vía.
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