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Los síntomas más recurrentes de la época del Covid-19 son estrés, angustia, desesperanza o tristeza. Estos son el resultado de todas las prohibiciones y limitaciones que ha hecho el Gobierno durante los nueve meses que llevamos de pandemia.
Ya son tres trimestres desde que Pedro Sánchez declarara el 14 de marzo el primer estado de alarma. La ciudadanía ha pasado de la responsabilidad y la concienciación a la desmotivación y la apatía en un periplo anímico a través de la ya conocida como “fatiga pandémica”.
¿Qué entiende la OMS por fatiga pandémica?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido el término “fatiga pandémica” como la desmotivación progresiva que siente la población al seguir todas las medidas que ha puesto el Gobierno desde el inicio del Covid-19 en España.
Está relacionado con factores emocionales, psicológicos y culturales. El Instituto de Salud Carlos III ha publicado la tercera parte de los resultados del estudio COSMO Spain. Este informe ha confirmado que la fatiga pandémica cala en la población española con el paso de los meses.
¿Cuáles son las cifras más significativas de este estudio?
La cifra más significativa de este estudio es que la percepción de los ciudadanos de cara a contagiarse del Covid-19 desciende desde el 43 % hasta el 36 %. También ha bajado el tiempo con el que buscan los síntomas del Covid, desde el 41 % hasta el 34. Esto ocurre porque la información del Covid – 19 pasa de ser una información ocasional en el mes de enero – febrero dado que es una enfermedad proveniente de China, a pasar a ocupar todos los focos puesto que los muertos por esta enfermedad suben cada día más en nuestro país. Después de nueve meses algunos españoles podrían considerar que estamos sobre informados.
La fatiga pandémica no puede ser una excusa
El gran componente de la fatiga pandémica es el estrés. Este hecho lo ha recalcado Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM): “En un momento dado te enfadas y puedes hacer cosas perjudiciales para ti. Estás tan harto ya de cumplir unas reglas difíciles de seguir y pesadas que, como no ha pasado nada, haces otra cosa un poco más de riesgo y entonces ya si pasa”.
Además, Cano ha declarado que la fatiga pandémica es progresiva y va a ir a peor puesto que es “acumulativa”. Otra catedrática de Psicología de la UCM, María Paz García Vera, ha declarado en 20Minutos que: “El problema de los seres humanos es que muchas veces hacemos lo que queremos y luego lo justificamos. No puede ser la excusa para no cumplir las normas o bajar la guardia”.
El grupo de población más afectado por la fatiga pandémica es el más joven, un nivel de estudios más bajo, no convivir con niños y no ser personal sanitario. Antonio Cano Vindel ha hablado sobre qué sector es el más afectado: “Los jóvenes, en general, tienen niveles más altos de ansiedad que los mayores. En las encuestas que se han hecho, se ha visto que esto es así”. Por sexos, las mujeres suelen tener más emociones negativas y estrés, sin embargo, la diferencia entre hombres y mujeres se diluye durante la pandemia.
¿Cómo se puede evitar?
La fatiga pandémica se puede evitar desde las instituciones o personalmente. Durante este período, es importante que “los organismos hablen claramente y digan cosas sensatas para orientar a la ciudadanía sobre "qué cabe esperar y qué es razonable”. Desde un punto de vista individual, el catedrático anima a la población a buscar información para tener una mejor salud, tanto física como psicológica, especialmente en un contexto de pandemia.
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