La escasez mundial de los cables de fibra óptica amenaza al crecimiento de la digitalización

Las nuevas tecnologías avanzan sin freno hacia una transformación digital donde gobiernos y compañías impulsan el desarrollo tecnológico. Sin embargo, la escasez mundial de cables de fibra óptica pone en peligro el fuerte crecimiento de algunos países. Veamos qué ocurre.

El precio de la fibra óptica lleva aumentando hasta un 70 % desde el pasado año

El mundo de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías no para de crecer en todo el mundo, y cada vez son más las compañías que luchan por mejorar y ampliar la conectividad para expandirse. Sin embargo, uno de los elementos clave aquí, la fibra óptica, está sufriendo numerosos impedimentos.

En estos últimos meses, la dificultad para acceder a algunas infraestructuras y elementos informáticos, como los cables de fibra, y el aumento de los precios ponen en peligro la digitalización de algunos países alrededor de todo el mundo, incluyendo a España. Según informan desde Cru Group, el precio de la fibra se ha disparado hasta un 70 % desde el mes de marzo de 2021.

Asimismo, los expertos indican que la escasez de fibra óptica se debe a un fuerte aumento de la demanda, lo que ha hecho que “exploten” las conexiones debido a la crisis del Covid. También influye la falta de componentes en la fabricación de este tipo de cable.

Por si no fuese poco, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha influenciado en la inflación, llegando también a las conexiones y nuevas tecnologías.

España es el segundo país con mayor fibra

La utilización de este tipo de cifra es esencial para ofrecer a la población un nivel de digitalización alto, además de una conectividad óptima en cuanto a dispositivos móviles. En la actualidad podemos hablar de la industria 4.0, denominada la arquitectura digital.

Como hemos señalado, la falta de cables de fibra óptica se da en muchos países de todo el mundo como Bélgica, Grecia, Austria, Alemania e incluso España. Sin embargo, nuestro territorio no sufre consecuencias muy fuertes, ya que tenemos un nivel de digitalización óptimo, por encima de otros países. De hecho, España es el segundo país del continente con mayor penetración de fibra.

Los fabricantes se encuentran en el punto de mira

A pesar de que este problema tecnológico no alcanza niveles muy altos, los fabricantes de fibra óptica se encuentran en primera línea de batalla, ya que son los más afectados por el aumento del precio de la energía, el transporte o las materias primas. Según señalan los expertos, el coste de esta fibra ha pasado de los cuatro euros a los 6,70 por kilómetro.

Otro problema surge con la clientela. Muchos usuarios ya contaban con un precio a largo plazo en su fibra, por lo que se niegan a aceptar el incremento en sus facturas, lo que también repercutirá a los fabricantes.

Todos estos aspectos hacen que las comunicaciones se entorpezcan, e incluso que no puedan cumplir con sus objetivos. Por ahora no se ha detectado un desenlace fatídico para la fibra óptica, pero las perspectivas de futuro son muy negativas.