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Fiestas, fiestas y más fiestas ilegales en plena pandemia. La fiesta no termina a las once de la noche en muchas zonas de España; eso es solo el toque de queda. Un pormenor para los miles de jóvenes, y no tan jóvenes, que planifican su vida al margen de las restricciones.
La fatiga pandémica, la impunidad y la facilidad de montar una fiesta han convertido a Madrid en una meca fiestera que atrae a gente de otros países, en particular de Francia, que quieren diversión al margen de las molestias y peligros que causen a los demás.
Las restricciones impuestas para frenar los contagios de coronavirus han ocasionado que muchas personas organicen fiestas o botellones clandestinos que pueden ser foco de nuevos brotes
Tras las Navidades, muchas comunidades autónomas tuvieron que endurecer las medidas para frenar el aumento de contagios de la tercera ola de la pandemia de coronavirus. Las fiestas habían relajado a la población y las reuniones de familiares y amigos, así como las fiestas típicas de las fechas de diciembre habían empeorado la situación epidemiológica en todo el territorio español.
Entre las medidas impuestas para paliar el aumento de casos positivos, algunos gobiernos regionales optaron por el cierre de locales de ocio y hostelería así como por adelantar el toque de queda. Estas limitaciones en el tiempo de ocio de los españoles han provocado que algunos irresponsables recurran a botellones o fiestas clandestinas para amenizar las noches, que ahora comienzan antes.
La noche es joven, con o sin toque de queda
Los jóvenes de entre 18 y 29 años son el grupo social más afectado por la fatiga generada por la pandemia, según revelan los resultados de la segunda encuesta Espacov del Instituto de Estudios Sociales Avanzados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IESA-CSIC).
Este especial cansancio "se manifiesta explícitamente en su estado anímico, más deteriorado aún que el del resto de la población".
El CSIC concluye que este grupo es en el que se extiende más la percepción sobre el escaso cumplimiento de las medidas y recomendaciones de los ciudadanos de todas las edades. Asimismo, son ellos quienes declaran un mayor coste personal en el cumplimiento de las medidas contra el coronavirus, sobre todo en las restricciones a la movilidad geográfica, el toque de queda o el límite de personas en las reuniones de amigos.
Saltarse la norma, aunque no tengas casa, no es difícil
En menos de media hora podemos montar una fiesta a través de un canal público de las redes sociales; en concreto, Telegram tiene varios canales abiertos a todo el público. En esta red propones un plan y en menos de 10 minutos llega la propuesta que estabas esperando: varios amigo que suelen hacer eventos.
Esta misma semana, varios medios de comunicación se hicieron eco de un folleto que promocionaba una fiesta que se celebraba en un chalet de lujo en la sierra de Madrid entre las 22 horas y las 7 horas del día siguiente, con cachimba de sabores, cuyo uso está prohibido en los locales de hostelería de la región. Además, hay locales que, con la persiana bajada, siguen recibiendo clientes durante el toque de queda.
También los pisos turísticos se están convirtiendo en espacios de ocio nocturno, sobre todo para los jóvenes que todavía residen en sus domicilios familiares. Éstos deciden alquilar pisos vacacionales para reunirse con sus amigos y pasar allí la noche. La plataforma de alquiler vacacional Airbnb ha informado de que, desde la llegada del coronavirus a España, ha eliminado 800 anuncios de pisos turísticos y ha bloqueado unos 5.000 intentos de reserva para evitar que se organicen fiestas ilegales.
¿Qué multa te puede caer por participar en una de estas fiestas ilegales?
Multas por hacer botellón
Siempre ha sido ilegal el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública en España. Las sanciones por realizar botellones en las calles de una localidad no son algo nuevo y son distintas en cada comunidad autónoma. Sin embargo, debido a la situación excepcional de alerta sanitaria que actualmente atraviesa nuestro país, a estas multas pueden sumárseles otras, como la de permanecer en la calle después del toque de queda, que también es diferente en cada región, o las referidas al cumplimiento de las normas sanitarias (uso de mascarilla y distancia de seguridad).
Las multas destinadas a sancionar comportamientos irresponsables en tiempos de coronavirus pueden ser leves, graves o muy graves y también son distintas en cada comunidad autónoma.
Si hay una norma que sí que se imponga en todo el territorio español de forma igualitaria es la que recoge la Ley 5/2018, de 3 de mayo, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en la que se recoge que queda terminantemente prohibida «cualquier forma de suministro, gratuita o no, de bebidas alcohólicas» a los menores de edad.
Fiestas ilegales
- Comunidad de Madrid
En la comunidad de Madrid la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo recoge en el artículo 37 que es una infracción leve «el consumo de bebidas alcohólicas en lugares, vías. establecimientos o transportes públicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana». Dependiendo de la situación, las multas pueden ir desde los 100 euros hasta los 600.
Si no se lleva mascarilla, a la cuantía anterior se le sumarían otros 100 euros, y si hay reunidas más de seis personas podrían imponerse multas de entre 600 y 3.000 euros. Si algunos de los presentes estuviera saltándose una cuarentena, podría sancionarse al cumplable con hasta 15.000 euros.
Según la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, «constituyen una infracción muy grave la celebración de reuniones, fiestas o cualquier otro tipo de actividad o acto permanente o esporádico, sea en espacios públicos o privados, en los que se produzcan aglomeraciones que impidan o dificulten la adopción de las medidas sanitarias de prevención, si pueden, directa o indirectamente, suponer un riesgo o daño muy grave para la salud de la población». De este modo, dependiendo de la situación, las multas podrían ir desde los 15.000 euros en las situaciones menos graves, hasta los 600.000 euros.
- Comunidad Valenciana
En la Comunidad Valenciana son bastante estrictos en lo referido a sanciones por beber en la vía pública. De hecho, en el caso de que en estas congregaciones hubiera presente menores las multas pueden ascender hasta los 60.000 euros.
En las localidades de Valencia, Alicante y Castellón, debido a la pandemia de coronavirus, imponen sanciones severas por reuniones o fiestas que impliquen aglomeraciones innecesarias de gente. Estew tipo de acciones se consideran muy graves y pueden tener multas de entre 600 y 300.000 euros. Si en el lugar hubiera presentes menores de edad o personas de riesgo (mayores de 65), las sanciones pueden ascender a los 60.000 euros. No llevar mascarilla tiene una multa de 100 euros, como estipula la normativa estatal.
- Andalucía
En la ciudad de Sevilla, las multas por hacer botellones multitudinarios suelen ser de 100 euros. Sin embargo, debido a la gravedad de la situación epidemiológica, el ayuntamiento anunció el pasado mes de octubre que las sanciones ascenderían a los 300 euros, el máximo legal permitido.
No obstante, como se indicaba en el comunicado municipal, las autoridades locales serán las encargadas de evaluar la situación y quienes determinen, en el caso de estar ante una situación de especial gravedad, la sanción que debe ser impuesta. Si el botellón congrega a más de 100 personas, se considerará una infracción muy grave, con multas ente 60.000 y 600.000 euros.
- Cataluña
En algunas localidades catalanas, como Barcelona, las multas por hacer botellón pueden llegar a los 1.500 euros en el caso de infracciones graves, tal y como recoge la Ordenanza de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público de Barcelona.
Sin embargo, durante el verano la Generalitat decidió endurecer las medidas y los botellones y congregaciones de gente ilegales podrían tener sanciones de entre 3.000 y 15.000 euros en todo el territorio catalán.
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