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Hace unos 200 millones de años, los primeros mamíferos comenzaron a surgir durante la era de los dinosaurios. Sin embargo, su linaje tiene raíces más profundas: evolucionaron a partir de un grupo mucho más antiguo llamado terápsidos. Aunque estos animales no se asemejaban a las especies de este grupo actuales, compartían algunos rasgos que presagiaban las características de sus futuros descendientes.
Recientemente, un equipo de científicos ha identificado en Mallorca el fósil de terápsido más antiguo conocido hasta la fecha: un depredador con dientes de sable, similar en tamaño a un perro mediano. Este hallazgo, que amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de la especie, ha sido publicado en la revista Nature Communications.
El fósil descubierto pertenece a los gorgonopsios, un grupo extinto de terápsidos que vivió durante el período Pérmico, hace entre 270 y 250 millones de años.
La importancia del hallazgo para la evolución de los mamíferos
Aunque no son ancestros directos de los mamíferos modernos, están relacionados con linajes que sí lo son. Según Ken Angielczyk, investigador del Museo Field y coautor del estudio, los gorgonopsios tienen un vínculo más estrecho con los mamíferos que con cualquier otro grupo animal actual, aunque no poseen descendientes directos.
Este hallazgo destaca porque redefine el marco temporal de los gorgonopsios. Hasta ahora, se creía que los ejemplares más antiguos de este grupo databan de hace 265 millones de años. Sin embargo, el fósil mallorquín, con una antigüedad estimada de entre 270 y 280 millones de años, podría ser el representante más primitivo conocido de los gorgonopsios. Josep Fortuny, del Institut Català de Paleontologia, subraya que esto lo convierte en un hallazgo único que aporta nuevas perspectivas sobre la evolución de los terápsidos.
El lugar del descubrimiento, en la Sierra de Tramuntana de Mallorca, añade otro aspecto fascinante al estudio. En el período Pérmico, Mallorca no era una isla en el Mediterráneo, sino parte del supercontinente Pangea, situada cerca del ecuador en un entorno monzónico. Este clima permitió la preservación de un yacimiento rico en fósiles, algo inusual para los gorgonopsios, cuyos restos suelen encontrarse en regiones más septentrionales como Rusia o Sudáfrica.
En este yacimiento, los paleontólogos encontraron una gran cantidad de huesos bien conservados, incluyendo fragmentos de cráneo, vértebras, costillas y un fémur casi intacto.
Características del fósil hallado en la Sierra de Tramuntana
Según Rafel Matamales, conservador del Museu Balear de Ciències Naturals, la cantidad y calidad de los restos sorprendió a los investigadores, permitiéndoles reconstruir la apariencia del animal. Visualmente, este depredador podría recordar a un perro mediano como un husky, aunque carecía de pelaje y de orejas prominentes. Sus dientes de sable indican que era un formidable cazador en su ecosistema.
El análisis confirma que este gorgonopsio, con sus colmillos largos como cuchillas, es el ejemplar más antiguo conocido de su tipo. Esto no solo modifica la cronología de los gorgonopsios, sino que también ofrece nuevas pistas sobre el proceso evolutivo que llevó a la aparición de los mamíferos.
Angielczyk señala que antes de la era de los dinosaurios, los antiguos parientes de los mamíferos desempeñaban roles ecológicos diversos, un aspecto crucial para comprender cómo se desarrollaron los ecosistemas primitivos.
Mallorca, con su extraordinario registro fósil, sigue siendo una fuente invaluable de conocimiento paleontológico. Aunque gran parte de los estudios se han centrado en fósiles más recientes como los del Pleistoceno, también se han identificado vestigios de eras más antiguas, desde ammonoideos y tiburones gigantes hasta ancestros de caballos e hipopótamos, descendientes de antiguos mamíferos, entre otras especies. Este último descubrimiento reafirma la relevancia de las Islas Baleares como una ventana única al pasado remoto de la vida en la Tierra.
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