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Las fracturas vertebrales incrementan cinco veces el riesgo de experimentar otra en la columna dentro de un año, y entre dos y cuatro veces la probabilidad de sufrir una fractura de cadera en los cuatro años posteriores. Por esta razón, asociaciones de pacientes y profesionales de la salud han lanzado la campaña #RompeConLas(Re)Fracturas.
Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis que se celebrará este domingo, la campaña ‘Rompe con las (Re)fracturas’ busca sensibilizar sobre la necesidad de prevenir las refracturas o segundas fracturas vertebrales por fragilidad, un problema grave que afecta a millones de personas en España.
Esta iniciativa ha sido impulsada por la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas (Fhoemo), la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral (Seiomm) y la Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis (Aecosar), en colaboración con la compañía biofarmacéutica UCB y la biotecnológica Amgen.
Las fracturas vertebrales y su impacto en la población española
Las fracturas vertebrales por fragilidad y sus segundas fracturas ya son la cuarta enfermedad crónica con mayor impacto en España. Además, algunos estudios prevén un aumento del 30 % en su número en los próximos siete años.
Los expertos subrayan que la osteoporosis es una enfermedad silenciosa que afecta a más de tres millones de personas en España, siendo las mujeres postmenopáusicas el grupo más vulnerable. De hecho, una de cada cuatro mujeres mayores de 50 años sufre esta enfermedad, que es una de las principales causas de fracturas por fragilidad.
El envejecimiento poblacional
El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento acelerado de la población conllevan un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis y, como consecuencia, fracturas por fragilidad. En 2019, se registraron 285.000 fracturas vertebrales por fragilidad, lo que equivale a 782 fracturas diarias.
Asimismo, se estima que para 2030 se producirán aproximadamente 420.000 fracturas por fragilidad al año en España, lo que supone un gran reto para el sistema de salud y la atención geriátrica.
Ante esta situación, es imprescindible implementar políticas de prevención, educación y tratamiento temprano para mejorar la calidad de vida de los ancianos y disminuir las complicaciones derivadas de las fracturas y refracturas.
Estas nuevas fracturas vertebrales pueden limitar la movilidad y la independencia, generando una sensación de vulnerabilidad y miedo que puede desembocar en problemas psicológicos, como ansiedad y depresión.
El riesgo de complicaciones médicas
Además, cada refractura conlleva un alto riesgo de complicaciones médicas, como infecciones y trombosis, lo que puede incrementar los costos de atención médica y la carga para los cuidadores.
Por lo tanto, el doctor Santiago Palacios, presidente de Fhoemo, aseguró que “es crucial enfocarse en la prevención de refracturas, no solo para mejorar la salud física de los pacientes, sino también para mantener su bienestar emocional y social. Cada nueva fractura puede desencadenar un ciclo de deterioro que afecta a millones de personas en España”.
Asimismo, añadió que “estas fracturas no son simplemente un incidente aislado, sino que pueden iniciar un ciclo de deterioro. Con 'Rompe con las (Re)fracturas', nuestro objetivo es detener esta secuencia, fomentando la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado para evitar que más personas sufran las serias consecuencias de la falta de atención a la osteoporosis”.
La campaña
La campaña ‘Rompe con las (Re)fracturas’ incluirá la difusión de un lazo de yute que representará la iniciativa. Este lazo simboliza la porosidad y fragilidad que los huesos adquieren debido a la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos sean más susceptibles a fracturarse.
Los especialistas también señalaron que las Unidades de Coordinación de Fracturas, conocidas como FLS (por sus siglas en inglés), son un enfoque multidisciplinario diseñado específicamente para pacientes que han sufrido fracturas vertebrales por fragilidad. En estas unidades, se llevan a cabo diferentes etapas de manejo, que incluyen la identificación de pacientes, la evaluación diagnóstica, el inicio del tratamiento adecuado y el seguimiento a largo plazo.
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