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El Gobierno francés anunció este martes una ecotasa que aplicará desde 2020 a los vuelos que despeguen de los aeropuertos del país. Será una forma de empezar a hacer efectiva su voluntad de impulsar un impuesto de ese tipo a escala europea.
Francia aplicará una ecotasa de entre 1,50 y 18 euros a los billetes de avión a partir de 2020
La ministra de Transportes, Elisabeth Borne, ha explicado que esa ecotasa se aplicará a los billetes de vuelos que despeguen de un aeropuerto francés.
La ecotasa será progresiva: desde 1,5 euros para trayectos interiores o con un destino europeo en clase turista hasta 18 euros para los intercontinentales en clase ejecutiva.
Quedarán excluidas las líneas que conectan con Córcega
Y con los departamentos o territorios franceses de ultramar y otras interiores en las que se considera que no hay un medio de transporte alternativo competitivo.
La medida, con la que el Gobierno espera recaudar unos 180 millones de euros anuales que se dedicarán esencialmente a infraestructuras ferroviarias, se enmarca en una política de transición ecológica que responde a una creciente demanda social y a la "incomprensión" sobre el tratamiento fiscal del transporte aéreo.
El anuncio de la ecotasa francesa generó una reacción de rechazo en cadena en el sector aéreo, empezando con la que aparece como la principal damnificada, Air France, ya que el 50 % de sus vuelos salen de un aeropuerto francés y son susceptibles de resultar gravados.
La compañía calcula que le costará más de 60 millones de euros anuales, una cantidad equivalente a las medidas que puso en marcha el Ejecutivo el pasado año para apoyarla.
El avión es el medio de transporte que más emisiones contaminantes genera por pasajero y por kilómetro
Si se compara un trayecto de ida y vuelta entre París y Marsella con el tren, un pasajero en avión puede generar un volumen de dióxido de carbono hasta cerca de 50 veces superior.
Además, el queroseno que utilizan las aeronaves está exento de impuestos, al contrario por ejemplo que el carburante de los coches, para el que la fiscalidad puede llegar a dos tercios del precio.
Para España, cuya economía es fuertemente dependiente de los ingresos de los turistas que llegan principalmente en avión, el Gobierno ha señalado que una tasa que grave el queroseno de los aviones no es la "primera opción" en impuestos medioambientales.
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