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En diciembre de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó, en su resolución A/RES/71/246, el 18 de junio como el Día de la Gastronomía Sostenible, que es sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos.
¿Por qué celebramos el Día de la Gastronomía Sostenible?
La Asamblea General, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Organización de Alimentos y Agricultura (FAO) trabajan para dar a conocer al público la contribución de la gastronomía en el desarrollo sostenible. Asimismo, esta iniciativa se ejecuta en coordinación y colaboración con los Estados Miembros, organizaciones de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales y regionales, así como con la sociedad civil.
Esta efeméride reconoce la gastronomía como una expresión cultural de la diversidad natural y cultural del mundo. En el contexto actual de crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, la gastronomía sostenible, que celebra los ingredientes y productos de temporada y contribuye a la preservación de la vida silvestre y nuestras tradiciones culinarias, se hace más importante que nunca.
La sostenibilidad implica realizar una actividad como la agricultura, pesca o incluso preparación de una comida sin desperdiciar los recursos naturales y poder continuarla en el futuro sin perjudicar el medio ambiente o la salud.
La Unesco ha lanzado algunas iniciativas como las dietas ecológicas
- Puesta en marcha de la Red de Ciudades Creativas, una iniciativa lanzada en 2004 que pretende compartir las mejores prácticas y el desarrollo de colaboraciones en siete campos creativos. Por ejemplo, en 2018, se seleccionaron 26 ciudades como Ciudades Cretivas en el ámbito gastronómico.
- Promover la utilización de energía limpia en los restaurantes (uso de gas, electricidad, o gas natural en lugar de carbón);
- Dar a conocer al público en general los beneficios de la gastronomía sostenible a través de canales de televisión y espectáculos gastronómicos, además de realizar exposiciones culturales de alimentos, dirigidas a la industria alimentaria y los agricultores.
Asimismo, la FAO ha lanzando otras iniciativas que incluyen la promoción de dietas ecológicas, que son saludables y sostenibles, al igual que el trabajo que hace con los países que utilizan esas directrices dietéticas para que la sostenibilidad sea parte de estas dietas.
¿Qué podemos hacer nosotros por la gastronomía sostenible?
Todos podemos tener pequeños gestos para mejorar la situación, como, por ejemplo, hacer compras responsables e inteligentes y sostenibles. Podemos comprar en mercados de alimentos locales, a pequeños agricultores y productores que cuidan todos los recursos. Estas decisiones contribuirían a su economía y a la de la comunidad.
Además de productos de proximidad, debemos consumir productos de temporada, poner en valor y preservar las tradiciones culinarias, pues son una guía para llevar a la práctica nuestros objetivos con miras al planeta. La tradición es lo que cocinaban nuestros mayores años atrás, cuando no había tanto para elegir, simplemente seguían el ritmo de la naturaleza, de lo que cada estación del año ofrecía.
Otro aspecto importante es evitar el desperdicio de alimentos. No debemos dejar que se estropeen y podemos darle muchos usos con diferentes recetas. Hay que tener en cuenta lo que tenemos en casa, en la despensa, las fechas de caducidad y de consumo preferente y cuidar el tamaño y la cantidad de lo que compramos.
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