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El país heleno mantendrá su confinamiento durante una semana más. Aunque no era uno de los países más afectados del viejo continente, desde el Gobierno griego lo hacen para “prevenir un repunte en la población”. La buena noticia es que el Primer ministro espera a la semana que viene para anunciar medidas para hacer más suave el confinamiento en vista de los resultados. Grecia había registrado hasta el miércoles unos 2.400 casos, entre ellos 121 fallecidos, por la pandemia de coronavirus. El portavoz del Ejecutivo, Stelios Petsas ha declarado que “los datos demuestran el éxito de las medidas griegas frente a las de otros países similares de la UE”.
Además, Petsas en esa comparecencia ha declarado también que se plantea que se retomen las actividades del país en los próximos días. Por parte del titular de transporte, Kostas Karamanlis, ha admitido que hará obligatorio el uso de mascarillas en los transportes públicos como autobuses o trenes para no tratar de propagar el virus. Según periódico local además se está estudiando recuperar la frecuencia de los horarios del autobús y el metro en la capital griega, Atenas.
¿Qué han hecho de Grecia un ejemplo de gestión en la crisis del COVID-19?
La reacción de las autoridades griegas ante la amenaza del coronavirus es una de las más efectivas de Europa, a pesar de haber sido uno de los países más afectados por la crisis económica durante la pasada década y de la idiosincrasia anárquica característica de este país. Si nos atenemos a los datos, Italia tiene la mortalidad 36 veces más alta que Grecia y España 39 veces más alta. Todos estos datos están recogidos en muertos por millón de habitantes.
Lo que a Grecia le hace “especial”: las restricciones comenzaron en febrero
Uno de los datos por los que Grecia ha reaccionado antes que ninguna han sido los recortes que se produjeron en Sanidad durante la década anterior. Según varios estudios, hubo un recorte anual de casi un 9% (8,7 en concreto). Por ello, la ciudadanía entró en disciplina.
A finales de febrero se suspendieron eventos muy masivos en el país heleno como la Pascua Ortodoxa o la celebración del Carnaval. Con respecto a España se encerraron con casi un mes de diferencia, dado que en España, el confinamiento comenzó el fin de semana del 13 de marzo.
Otros pasos que hablan de la buena gestión de Grecia durante esta crisis
Los griegos cerraron las escuelas y las universidades cuando la población fallecida no llegaba al centenar de personas. Dos días después se confirmó la primera muerte y la hostelería y sitios de turismo como museos echaron el cierre. En España, algunas comunidades comenzaron a cerrar centros educativos cuando ya había más de 1.000 infectados y el decreto de estado de alarma comenzó cuando había más de 6.000.
En Grecia, a partir del 24 de marzo, entró en vigor el confinamiento total, con las excepciones de poder ir a la compra de productos de primera necesidad, acudir al médico o hacer deporte. En cada ocasión, los ciudadanos deben notificar su salida con un certificado impreso o vía SMS. El epidemiólogo Takis Panayiotópulos que es uno de los expertos nombrados por el Ejecutivo griego ha afirmado que: “El retraso de la llegada del virus se debe probablemente a que Grecia tiene un menor número de vuelos internacionales que Italia o España”.
La austeridad y la gran respuesta temprana han sido dos pilares para la gran respuesta de Grecia durante esta crisis. Sin embargo, el impacto económico será muy grande. Según los expertos, el paro, que había logrado bajar hasta el 16,8 % en 2019, se disparará, dado que muchas empresas no lograrán sobreponerse a la vuelta a la actividad. El Gobierno prohibió los despidos mientras duren las ayudas económicas, pero en los 18 primeros días de marzo ya se han destruido 45.000 empleos. Además, el mayor golpe se le lleva el turismo que genera el 30% del PIB.
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