Guía de seguridad de la ONCE para personas con discapacidad en plataformas únicas

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha lanzado recientemente la guía titulada ‘Tipos de Plataformas Únicas. Condiciones de accesibilidad’, que ofrece un análisis sobre los tipos y diseños de las plataformas únicas, espacios urbanos donde peatones, automóviles y otros vehículos conviven sin diferencia de nivel. La proliferación de estas zonas en los entornos urbanos ha generado una serie de desafíos, especialmente para las personas con discapacidad visual, que se enfrentan a problemas de seguridad y orientación. A medida que estos diseños se imponen en nuevos entornos urbanos, las zonas de tránsito para peatones y vehículos se vuelven cada vez más ambiguas e indefinidas, aumentando los riesgos para aquellos que tienen dificultades para identificar cambios en el terreno.

Concepción Blocona, una de las coordinadoras del documento, señaló que “en un principio, este tipo de espacios daba soluciones a cascos históricos o áreas previamente construidas, pero vemos que en los últimos años se aplica también a zonas de nueva construcción". Esto, según Blocona, "no tiene razón de ser, ya que se pueden edificar de forma tradicional diferenciando el área de vehículos del de peatones”.

La guía, que actualiza un documento anterior de 2017, busca garantizar que las nuevas soluciones urbanísticas sean diseñadas de manera accesible y segura para todos los ciudadanos, especialmente aquellos con discapacidad visual.

Requisitos de seguridad para personas con discapacidad

La guía de la ONCE establece varios requisitos de seguridad fundamentales para asegurar que las plataformas únicas sean verdaderamente accesibles y seguras para las personas con discapacidad visual. Luis Palomares, jefe de la Unidad de Información y Accesibilidad de la ONCE, destacó que “la normativa actual es bastante ambigua, provocando más dificultades a las personas con discapacidad visual, que se enfrentan a situaciones de riesgo y perjudican su autonomía”. Entre los principales problemas mencionados se encuentran la falta de señalización clara, que provoca confusión y desorientación tanto a peatones como a conductores. Además, el uso creciente de vehículos eléctricos, que no emiten ruido, añade una capa adicional de riesgo para las personas con discapacidad visual.

La ONCE recomienda que las zonas de plataformas únicas sean diseñadas de manera que se integren elementos de señalización adecuados y bien visibles, como pavimentos táctiles que indiquen cambios de nivel y cruces. Esto permitirá a las personas con discapacidad visual orientarse mejor y anticiparse a los posibles peligros.

La guía también hace hincapié en que las plataformas únicas deben ser estudiadas de manera individualizada antes de su implementación, teniendo en cuenta tanto las características del espacio como las interacciones con el tráfico vehicular.

David Reyes, coordinador de la guía, enfatizó que “es posible diseñar espacios más seguros, más amables y que tengan en cuenta a todas las personas”, invitando a técnicos y responsables de la planificación urbana a considerar las recomendaciones de expertos para mejorar la seguridad.

Promoviendo la accesibilidad y la inclusión

La ONCE considera que la accesibilidad debe ser un principio fundamental en el diseño de las infraestructuras urbanas, y las plataformas únicas no son una excepción. La guía propone que las administraciones locales implementen cambios siguiendo un estudio exhaustivo de las necesidades de todos los usuarios del espacio público. Asegurar la seguridad de las personas con discapacidad visual y facilitar su movilidad autónoma son objetivos esenciales en este proceso. "Este tipo de espacios debe implantarse estudiando la vía a rediseñar, como las áreas de influencia y las interacciones con circulación vehicular", subrayó Palomares.

Además, la guía hace hincapié en que la planificación de estas áreas debe ser inclusiva, considerando la accesibilidad para todos, no solo para las personas con movilidad reducida, sino también para aquellos con discapacidad visual o auditiva. Con la implementación adecuada de estos principios, se pueden crear entornos urbanos más seguros y accesibles, promoviendo la plena inclusión de todas las personas en la sociedad.

Así las cosas, la guía de la ONCE proporciona pautas claras y ajustadas a la normativa actual para mejorar la seguridad en las plataformas únicas. Estas recomendaciones buscan prevenir los riesgos a los que se enfrentan las personas con discapacidad visual y garantizar que todos los ciudadanos puedan moverse por la ciudad de manera segura y autónoma. Con un diseño efectivo y una buena señalización, es posible construir ciudades más inclusivas y accesibles para todos.