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Pobreza, violencia, crímenes organizados… El pueblo de Haití no consigue recuperarse de las pésimas situaciones con las que conviven día tras día, lo que obliga a la población a huir a zonas de la capital ante las constantes amenazas y la falta de comida.
Muertes y desapariciones en la ciudad de Haití
Si echamos la mirada atrás, el pueblo de Haití continúa siendo uno de los más afectados de todo el mundo en relación a la situación política, económica y social. En los últimos meses hemos podido ver cómo las continuas guerras hacen del país un sitio inseguro y amenazado por la falta de comida.
De hecho, la organización Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) informó el pasado miércoles que alrededor de 89 personas fueron asesinadas, y otras 16 se encuentran desaparecidas tras la guerra entre varias bandas armadas.
El barrio de Nan Brooklyn es uno de los más conflictivos y a la vez peligrosos, ya que en él se encuentran numerosas bandas armadas muy conocidas como G-9 y Fanmi e Alye, quienes luchan contra el líder del grupo armado G-PEP. Durante el ataque de ambos se destruyeron casas y muchas personas fueron asesinadas.
No es la primera vez que vemos al barrio de Haití bajo las armas y los fuegos, ya que en el mes de mayo surgió otro gran conflicto. En la actualidad hay miles de personas atrapadas, sin comida ni agua.
Una crisis relacionada con la escasez de combustible
Si nos fijamos en el origen de estos conflictos, Haití se lleva enfrentando desde hace tres años a una severa escasez de combustible. Desde ahí, el precio es cada vez mayor, y muchas oficinas y empresas se encuentran cerradas. A raíz de ahí surgieron numerosas protestas, lo que alertaba a los vecinos del barrio.
Toda la violencia y protesta ante el carburante se enlaza con la inestabilidad política que predomina en Haití, lo que extrema la preocupación del pueblo ante los numerosos problemas sociales que terminan por afectar a su salud, por ejemplo, en la falta de comida.
Uno de los ciudadanos que participaba en una de estas marchas señaló que “cada vez que quieren subir los precios de los combustibles alegan que hay escasez. Eso no es cierto. Hay existencias. No hay necesidad de causar dolor a la gente. No podrán hacerlo. Si están decididos a subir los precios del petróleo, prenderemos fuego al país y todos desaparecerán”.
Ante ello, cientos de personas intentan huir entre las llamas de las protestas y las guerras entre bandas.
El hambre sigue azotando el país
Entre el peligro de las guerras y protestas, Haití sigue sufriendo las consecuencias del hambre y la guerra. La anemia se ha convertido en uno de los mayores problemas en los niños haitianos, un problema que puede causar la muerte de miles de personas, además de causar complicaciones en el embarazo de las mujeres.
Sin embargo, los efectos del hambre van mucho más allá de la salud, ya que la malnutrición causa dificultades en la educación y en el trabajo. Se trata de un ciclo que se vive una y otra vez en esta zona del mundo, y donde todos debemos poner punto y final.
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