Lectura fácil
Una serie de científicos de Corea del Sur cocinan gusanos de la harina o escarabajos con azúcar para crear una especie de carne con un sabor auténtico. Según las distintas ONG, esto podría ayudar a acabar con el hambre mundial.
“Los insectos son una fuente de alimentos nutritivos y saludables”
Seguro que alguna vez has pensado en aquellas tribus o supervivientes que comen insectos para sobrevivir. Pues bien, esto ha llegado al mundo occidental. Un grupo de científicos de Corea del Sur han cocinado gusanos de la harina y larvas con escarabajos junto a azúcar para crear una especie de carne con un sabor auténtico.
Aunque parezca algo “repugnante”, las distintas ONG señalan que el consumo de estos animales podría ser la solución para acabar con el hambre mundial, la cual mata a millones de personas cada año.
El líder del proyecto, el doctor Hee Cho, ha señalado en un comunicado que “los insectos son una fuente de alimentos nutritivos y saludables con altas cantidades de ácidos grasos, vitaminas, minerales, fibra y proteína de alta calidad, que es como la carne”. Insiste en la cantidad de nutrientes beneficiosos que contienen estos animales, ya que ayudan a reducir el colesterol y mejorar el ritmo cardíaco.
Sustituir la carne puede ayudar a acabar con el hambre mundial
Los expertos informan de que para el 2050, alrededor de 9.700 millones de personas completarán nuestro planeta, lo que hace que la carne se sustituya por otros alimentos. El cambio climático juega un papel importante, por lo que sustituir la carne puede ser la salvación.
Por eso, es importante resaltar la situación del hambre mundial, pero también del cambio climático. Según la FAO, los 1.500 millones de vacas en el mundo liberan cerca de 100 millones de toneladas de metano, algo que no ocurre con los insectos.
Los gusanos y su ciclo de vida: una similitud con los alimentos
El equipo de científicos insistió en estudiar un nuevo proyecto que lograra reducir el hambre mundial. Por eso, se centraron en el estudio de los gusanos de la harina durante todo su ciclo de vida. En ellos encontraron “hidrocarburos volátiles” que se evaporaron, lo que dio lugar a un fuerte olor.
Este aroma de los gusanos de harina era similar al aroma del maíz dulce. En el caso de las larvas asadas o fritas, absorbían todo el aceite. Según los investigadores, “como resultado de este estudio, 10 de los sabores de la reacción se optimizaron en función de las preferencias del consumidor”.
Por último, quisieron insistir, no solo en el hambre mundial, sino en los numerosos beneficios médicos que tienen los gusanos, capaces incluso de detectar distintos tipos de cáncer, como el de pulmón.
Aun así, todavía queda un largo camino de investigación y, sobre todo, de confianza ciudadana ante la inseguridad de muchas personas por comer alimentos totalmente distintos a los de su dieta cotidiana. Pero, realmente nos preguntamos: ¿se podrá poner fin al hambre mundial?
Añadir nuevo comentario