Un estudio asegura que convivir con hijos adultos puede ser perjudicial para los progenitores

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
05/08/2024 - 14:30
Convivir con los hijos mayores de 30 puede ser perjudicial para los padres

Lectura fácil

En España y otros países europeos, es común que los hijos adultos vivan con sus padres. Datos de Eurostat (2023) muestran que, en promedio, los jóvenes en España dejan el hogar familiar alrededor de los 30 años, una cifra parecida a la de otras naciones del sur de Europa.

Eurostat asegura que los españoles salen de su hogar a los 30 años

La convivencia entre padres e hijos adultos es común en España y en otros países europeos. Según Eurostat (2023), los españoles suelen salir del hogar familiar alrededor de los 30 años, una edad similar a la de otros países del sur de Europa.

Además, el fenómeno de los "hijos boomerang", donde los jóvenes regresan al hogar tras un tiempo fuera, ha aumentado recientemente debido a la crisis económica y el alto coste de la vivienda.

En el sur de Europa, aproximadamente el 40 % de los jóvenes de 25 a 34 años viven con sus padres, una tasa mucho más alta en comparación con el norte de Europa. Este fenómeno afecta tanto a los jóvenes como a sus padres, y aunque puede suponer un reto financiero y limitar el desarrollo personal de los progenitores, también ofrece beneficios como una vida social más rica y apoyo práctico en el hogar.

¿Cómo afecta esta convivencia a los progenitores?

En el estudio, publicado en Social Science & Medicine, analizamos cómo la convivencia con hijos adultos afecta la satisfacción con la vida de los progenitores españoles de entre 50 y 75 años, y si este impacto varía según la edad de los hijos.

Los resultados muestran que la presencia de hijos adultos en el hogar puede desviar las expectativas sobre la independencia de los hijos, generando ansiedad o frustración en los padres, especialmente cuando los hijos son mayores. Además, investigamos si el impacto de esta convivencia difiere entre padres y madres.

La literatura sugiere que las madres suelen asumir una mayor responsabilidad en el mantenimiento de las relaciones familiares y las tareas domésticas, lo que podría hacer que ellas sientan más el peso de vivir con hijos mayores.

Para eñ análisis, utilizamos datos de la Encuesta Financiera de las Familias, realizada trienalmente por el Banco de España. Esta encuesta proporciona una muestra representativa de los hogares españoles y permite el seguimiento de las mismas familias a lo largo del tiempo. Incluye información sobre la satisfacción con la vida (en una escala del 0 al 10), así como datos económicos y demográficos, lo que nos permite controlar factores como ingresos, estado de salud y situación laboral para evaluar específicamente el impacto de la convivencia con hijos adultos en el bienestar de los progenitores.

Vivir con hijos adultos puede impactar de forma negativa a la salud

Los hallazgos indican que vivir con hijos mayores de 30 años impacta negativamente en el bienestar de los progenitores, especialmente en el caso de las madres, mientras que los hijos menores de 30 no parecen afectar de manera significativa.

El análisis revela que el deterioro en la satisfacción con la vida se observa principalmente en las madres, no en los padres. Además, este efecto adverso se asocia especialmente con la convivencia con hijos varones mayores de 30 años, sin que se note un impacto similar cuando se trata de hijas.

En términos prácticos, esto significa que la convivencia con hijos adultos de más de 30 años puede llevar a una notable disminución en el bienestar de las madres, comparable a una reducción en la percepción de la salud de "muy buena" a "aceptable".

Estos resultados subrayan la importancia de promover políticas que faciliten la independencia de los jóvenes, no solo para su propio desarrollo, sino también para mejorar el bienestar de sus madres.

Añadir nuevo comentario