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El mercado inmobiliario se ha convertido en uno de los entornos comerciales más complicados en la actualidad. Lo que antaño se percibía como un derecho universal, hoy en día se considera una absoluta odisea. Y es que los precios de las viviendas se han disparado notoriamente, provocando que muchas personas sufran para abonar el coste mensual de su hipoteca. Ahora bien, esto no solo está asociado al elevado valor de las casas, sino también al tipo de hipoteca elegida por el comprador. Motivo por el que es imprescindible analizar qué tipo de contrato resulta más favorable en los tiempos que corren y, en caso de haber errado en esta decisión, cambiar las cosas lo antes posible.
Los dos tipos de hipotecas, diferencias y similitudes
Las hipotecas son préstamos orientados al largo plazo por el cual las personas pueden acceder a la compra de una vivienda. Dichos contratos pueden ser de interés fijo o variable y las condiciones que se fijan al firmarse difieren en gran medida según la opción elegida. Es más, se trata de los primeros aspectos en los que te debe asesorar la Inmobiliaria en Paiporta a la que acudas.
Mientras que las hipotecas variables han sido históricamente más accesibles en lo que respecta a las tasas de interés, la inestabilidad económica actual ha cambiado esta realidad. La subida de los tipos de interés, como el Euribor, ha hecho que muchas personas sufran para llegar a final de mes y abonar los pagos correspondientes a su vivienda.
Quienes firmaron en su día una hipoteca fija están disfrutando ahora la apuesta por la seguridad y la cautela que llevaron a cabo. No importa el paso de los años, la inflación o cualquier efecto crítico del estado financiero global: el coste mensual será siempre el mismo. Así que, a pesar de que las dos opciones son métodos viables para comprar una casa, el interés fijo está considerado como la alternativa ideal en la actualidad.
Qué debes tener en cuenta antes de cambiar a una hipoteca fija
Una gran cantidad de personas han visto cómo su hipoteca ha aumentado 100€, 200€ o incluso más cada mes. Un cambio significativo capaz de condicionar de manera drástica la integridad financiera del individuo. En este contexto, no resulta extraño que mucha gente esté buscando la manera de cambiar de hipoteca variable a fija.
Esto te permitirá modificar las condiciones de la hipoteca para recuperar la estabilidad perdida, lo cual te acompañará el resto de los años que te quedan para abonar el importe total de la propiedad. Eso sí, ten en cuenta que los bancos no ponen las cosas fáciles a sus clientes y la cuota será mayor a la actual. Aunque ya te lo anticipamos: la situación económica no apunta a mejorar en los próximos años.
Haz los estudios que consideres pertinentes, pero si aspiras a mantener regularidad en los pagos y no quieres asumir el riesgo de que el interés siga subiendo hasta límites insospechados, lo más responsable es dar el paso. Cámbiate a un interés fijo cuanto antes y así las facturas hipotecarias dejarán de ser un quebradero de cabeza cada mes.
Asesórate con los mejores expertos
Como bien hemos anticipado, los bancos no suelen destacar por ponerle las cosas fáciles a los clientes. De hecho, ante las muchas opciones que brindan estas entidades, es posible que te pierdas. Ante tal realidad, lo más responsable es recurrir a un asesor hipotecario. Un profesional que puedes encontrar en las mejores inmobiliarias y que te tenderá la mano para guiarte en este proceso de cambio sobre los tipos de interés.
El asesor hipotecario estudiará en detalle todas las ofertas del banco en cuestión e incluso, si la situación así lo requiere, te ayudará a cambiar de entidad bancaria. De igual modo, son expertos en la negociación y darán la cara por ti para alcanzar las mejores condiciones al finalizar el cambio. Una inversión que recuperarás tanto a corto como a largo plazo, gozando de una vez por todas de las ventajas de las hipotecas fijas.
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